La carcoma común de los muebles es un tipo de plaga muy corriente que se alimenta principalmente de madera. La hembra empieza a poner huevos justo después del apareamiento y los deposita en grietas de muebles, puertas, etc. Al cabo de un mínimo de 20 días nacen las larvas y empiezan a roer toda la superficie alrededor de donde están y a realizar galerías.
No se detecta su presencia hasta que los orificios que hacen en la madera son visibles desde el exterior, lo que se produce cuando su acción está muy extendida, o cuando empieza a caer serrín al suelo (algunas veces también podemos oir el ruido que hacen al roer). Si tenemos en cuenta que el desarrollo de la carcoma puede durar de dos a tres años, está claro que el daño realizado puede ser realmente grave.
El período de vida y de desarrollo de las larvas de carcoma depende de las condiciones del medio en el que se encuentran, siéndoles favorable un ambiente preferentemente húmedo. La temperatura y el tipo de madera también influirán.
En el momento en que la larva está convenientemente, y coincidiendo con la primavera o el verano, desarrollada forma un capullo de crisálida justamente debajo de la superficie de la madera. Este capullo tarda unas dos semanas en producir la metamorfosis, después de la cual la crisálida se ha convertido ya en un escarabajo adulto que sale del mueble royendo un agujero circular en su superficie. En este momento, habrá llegado la hora del apareamiento y nuevo inicio del ciclo.
Puede encontrarse en distintos tipos de madera, sobre conífera o latifolia, y a diferencia de otras plagas, esta involucra la albura y el duramen, pero de todas formas pocas veces compromete la estructura seriamente, y la presencia y cantidad de agujeros de salida, nos informan acerca de la magnitud del problema.
El control mediante feromonas específicas únicamente es efectivo en esta fase adulta, por los que las pequeñas trampas pueden indicarnos cuando empieza la fase adulta y apareamiento en el ciclo del insecto, y por lo tanto verificar si los tratamientos preventivos realizados han funcionado correctamente. Las feromonas no pueden plantearse como tratamiento curativo, sino como un control de la efectividad de tratamientos realizados en pasadas temporadas.
Para luchar contra la carcoma se suele emplear un insecticida aplicado en pistola, pincel o inyector, dependiendo del tipo de tratamiento. En profundidad, afectando a a gran parte de la madera y por lo tanto afectando también a las larvas de su interior, o de superficie, donde el tratamiento es más preventivo para futuras fases adultas de anóbidos, y en general es un tratamiento más lento en el tiempo pero menos agresivo sobre los materiales tratados.
Existen otras formas de actuar contra la carcom común, como la aplicación protectores de madera en autoclave, o el tratamiento de choque con gases, bromuro de metilo, CO2, etc. En próximos artículos de higieneambiental.com profundizaremos en esta materia.
