Según se informa en Water Online, un grupo de investigadores han ideado un modo de trazar los cambios que se producen continuamente en las características de las aguas costeras. Para ello se han basado en datos obtenidos por dos satélites de la NASA, y es esa precisamente la solución que proponen.
Para las aguas terrestres el control de la calidad es más sencillo y está más controlado, pero para las aguas marinas (de la costa, concretamente) es más complicado. Los métodos tradicionales requieren el uso de barcos para salir a recoger muestras de agua, habitualmente con una frecuencia mensual. Se trata de un método útil para captar la evolución del estado del agua con objeto estadístico y para detectar estados episódicos basicamente pasados. Si se quiere detectar cualquier cambio rapidamente, en cambio, no se trata de una metodología adecuada.
Por el contrario, los satélites pueden medir exactamente la turbiedad y la claridad del agua, que son claramente los dos indicadores dominantes en materia de calidad del agua. Además, se trata de instrumentos que permiten medir extensiones amplias de costa y además con una frecuencia muy alta.
Según el equipo de investigación, las pruebas realizadas permiten detectar factores causantes de la contaminación costera como los sedimentos originarios de la industria, las mareas fuertes, etc.