La OMS clasifica el insecticida lindano como carcinógeno para humanos

La OMS clasifica el insecticida lindano como carcinógeno para humanos

lindanoEl lindano, insecticida ampliamente utilizado en agricultura pero también para el tratamiento de piojos y sarna en personas, ha sido clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la OMS como carcinógeno para humanos. La presencia del lindano es ubicua, pudiendo detectarse en tejido adiposo, sangre, leche materna y placenta de elevados porcentajes de población.

 

 

Peor el remedio que la enfermedad

Después de analizar la literatura científica más reciente, 26 expertos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer,(IARC) clasificaron el lindano (gamma-hexaclorociclohexano) como carcinógeno para humanos, incluyéndolo en el Grupo 1 de la IARC, que cumple la premisa de que hay suficiente evidencia de la carcinogenicidad en humanos. Según nota de prensa de la IARC, los expertos hallaron suficiente evidencia de la carcinogenicidad del lindano para el linfoma no Hodgkin (LNH).

Teniendo en cuenta su amplio uso, además de la agricultura, en productos para eliminar piojos y sarna en niños y adultos, nunca será mejor dicho:" peor el remedio que la enfermedad".lindano

Los pesticidas organoclorados (OC), entre los que se encuentra el lindano, muy usados en el pasado en diversos países, tienen efectos estrogénicos y/o anti-androgénicos, pudiendo clasificarse como disruptores endocrinos.

Su alta toxicidad y capacidad de bioacumulación han provocado la prohibición de la comercialización y el uso de la mayoría de ellos, aunque su presencia puede todavía detectarse en la población acumulado en los tejidos grasos, con transmisión madre-hijo durante el embarazo y lactancia, asi como en el medioambiente. La presencia del lindano, debido a su uso generalizado en tratamientos agrícolas, insecticidas domésticos, usos sanitarios y farmacológicos, es ubicua.

Como explicó Nicolás Olea Serrano, (Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada)  en la X Conferencia Nacional de Disruptores Endocrinos, celebrada el pasado mes de junio, "estudios han encontrado lindano en más del 50 % de las muestras de tejido adiposo de mujeres adultas de Granada y Almería, con niveles medios de 17,44 ± 17,8 ng/g lípido. Por otra parte, más de la mitad (65 %) de los jóvenes granadinos y almerienses presentan unos niveles medios de lindano en sangre de 1,84  ±  2,27  ng/mL (2007). El lindano también está presente en un tercio de las muestras de sangre de cordón umbilical, con valores medios de 1,48 ± 1,03 ng/mL. Residuos de lindano se encuentran también en tres de cada cuatro placentas de mujeres que dan a luz en los hospitales públicos de Granada, con un valor medio de 0,38 ± 0,38 ng/g de placenta, equivalente a 12,82 ± 23,95 ng/g de lípidos. Por último, el lindano se encuentra en el 10 % de las leches maternas de las mujeres granadinas analizadas, en concentraciones en torno al 1,5 ± 2,5 ng/mL.".

Según Olea, los valores y frecuencias de detección encontrados en estas poblaciones del sur peninsular no son muy distintos de los descritos para lindano en otras regiones españolas y europeas.

Por otra parte, en base al estudio realizado por la IARC, el insecticida DDT (diclorodifeniltricloroetano) y el herbicida 2,4-D (2,4-diclorofenoxiacético) fueron clasificados como probable carcinógeno (Grupo 2A) y posible carcinógeno ( Grupo 2B) respectivamente.

El insecticida DDT

En el caso del DDT la clasificación se basó en una evidencia suficiente de que este insecticida causa cáncer en animales experimentales y una evidencia limitada de su carcinogeneidad en humanos. Estudios epidemiológicos han hallado asociaciones entre la exposición al DDT y el linfoma no Hodgkin (LNH), el cáncer testicular y el de hígado. También se hallaron evidencias de que el DDT puede suprimir el sistema inmune y perturbar las hormonas sexuales. Sin embargo, en general no hubo asociación entre el cáncer de mama y los niveles de DDT medidos en muestras de sangre o grasa.

El uso del DDT se introdujo para el control de vectores durante la Segunda Guerra Mundial y fué ampliamente utilizado posteriormente para erradicar la malaria y en la agricultura. Aunque la mayoria de usos del DDT están prohibidos desde los años 70, el DDT y sus productos de degradación son muy persistentes y pueden hallarse en el medioambiente y en tejidos humanos en todo el mundo. La exposición al DDT todavía existe, principalmente a través de la dieta.

El herbicida 2,4-D

El 2,4-D ha sido clasificado por la IARC como posible carcinógeno para humanos, basándose en evidencias insuficientes en seres humanos y limitadas en animales de experimentación. Existen fuertes indicios de que este herbicida induce estrés oxidativo y una evidencia moderada de que causa inmunosupresión. Sin embargo, los estudios epidemiológicos no encontraron un aumento importante o consistente de riesgo de linfoma no Hodgkin (LNH) u otros tipos de cáncer en relación con la exposición al 2,4-D.

Desde 1945, el 2,4-D ha sido ampliamente utilizado para controlar "malas hierbas" en la agricultura, la silvicultura y los entornos urbanos y residenciales. La exposición ocupacional a este herbicida puede ocurrir durante la fabricación y la aplicación. La población en general, puede estar expuesta a través de los alimentos, el agua y el polvo, o también durante la pulverización.

 

Fuentes: IARC y Nicolás Olea Serrano: La exposición humana a lindano en Sabiñánigo (Huesca), Revista de Salud Ambiental, 2015

 

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