Uno de los problemas en el campo de los biocidas es la resistencia que muchas especies terminan desarrollando frente a los insecticidas. En el número de marzo de la revista Investigación y ciencia hablan brevemente del tema y ponen como ejemplo el caso de Kwazulu-Natal, en Suráfrica.
En esa región utilizaban piretroides para luchar contra la especie de mosquito Anopheles funestus, portador de la malaria, y al cambiar al DDT después de comprobar que lo piretroides ya no eran efectivos descubrieron que la resistencia al DDT también estaba presente (había sido utilizado anteriormente). Lo mismo ha ocurrido en otras zonas del continente, como Camerún, o fuera de él, como en México con el Anopheles arabiensis.
La solución al problema no está clara, pero parece que pasa por la impregnación más que por el rociado, como se viene haciendo hasta ahora habitualmente.