Cryptosporidium y Giardia en aguas de riego son un riesgo potencial para la seguridad alimentaria

Cryptosporidium y Giardia en aguas de riego son un riesgo potencial para la seguridad alimentaria

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La reutilización de agua no potable para la irrigación de cultivos es una opción lógica frente a la creciente escasez de agua. Sin embargo, la presencia de parásitos protozoarios, como Cryptosporidium y Giardia, en las aguas residuales utilizadas para riego de cultivos puede suponer una amenaza grave para la salud humana. Un estudio realizado en España analiza el margen de seguridad para el consumidor en relación a estos parásitos en verduras de hoja verde.

 

Cryptosporidium y Giardia en aguas de riego son un riesgo potencial para la seguridad alimentaria

giardiaGiardia y Cryptosporidium son dos de los parásitos transmitidos por el agua más comunes a nivel mundial, siendo capaces de provocar grandes brotes diarreicos entre la población. 

Por su gran resistencia a la desinfección química, ambos parásitos suponen un reto para las plantas de tratamiento del agua, que no siempre consiguen eliminar sus estados vegetativos, quistes y ooquistes, por completo. Las infecciones se producen por via fecal-oral, a menudo a través del contacto con aguas recreacionales o piscinas contaminadas.

Pero, la persistencia de estos microorganismos en las aguas residuales es también un potencial problema de seguridad alimentaria, ya que irrigar cultivos reutilizando aguas residuales puede afectar a la inocuidad de las verduras producidas. Más aún teniendo en cuenta que la legislación española no obliga a analizar la presencia de ambos patógenos en el agua reutilizada para el riego.

Asi lo explica un estudio realizado en la Universitat Politècnica de València, que analiza la influencia e importancia del tratamiento de aguas residuales en la seguridad del consumidor, en relación a la presencia de Cryptosporidium y Giardia en verduras de hoja verde.

El tratamiento de aguas residuales es clave

Con este objetivo en mente, se estudió la presencia de los parásitos en las aguas de tres plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas, cuyos efluentes son reutilizados para la irrigación en la agricultura.

Las plantas de tratamiento de aguas residuales, en general, realizan todas un tratamiento primario para eliminar la materia sólida y un tratamiento secundario para descomponer el material orgánico y nutrientes como el nitrógeno y el fósforo. Sin embargo, en una tercera fase de tratamiento, existen diferencias entre las diversas instalaciones de tratamiento. El tratamiento terciario, que generalmente consiste en un tratamiento UV combinado o no con una filtración de arena, tiene como objetivo la desinfección y la eliminación de microorganismos patógenos.

Para reducir o eliminar la presencia de Cryptosporidium y Giardia en el agua, es precisamente esta tercera fase la más relevante y efectiva. Dependiendo de los tratamientos que se realicen en la planta, los efluentes pueden contener protozoos patógenos y estos pueden llegar hasta los alimentos. 

En el estudio se monitorizaron tres plantas de tratamiento de aguas residuales situadas en el este de la Península durante 18 meses, recogiéndose más de un centenar de muestras de agua afluyente antes de ser tratada y efluente después del tratamiento. Estas plantas tienen idénticos tratamientos primarios y secundarios, mientras que en el tratamiento terciario difieren; las tres tienen un  tratamiento final con UV pero sólo una de ellas realiza tratamiento de filtración con arena.

Mayor probabilidad de infectividad de Giardia 

En el agua afluente sin tratar, los recuentos promedio de ooquistes de Cryptosporidium variaron de 25 a 332 / L, mientras que los quistes de Giardia variaron entre 100 y 806/L. Los resultados de los efluentes mostraron que los recuentos promedio de ooquistes de Cryptosporidium oscilaron entre 1,38 y 2,6/L y los quistes de Giardia oscilaron entre 0,6 y 1,7/L. Sin hallarse diferencias significativas entre las tres plantas.

En el estudio se tuvieron en cuenta los valores establecidos como de riesgo en la exposición a ambos patógenos en verduras de hoja verde, debido a su irrigación con agua contaminada con Cryptosporidium y Giardia. La exposición del consumidor fué comparada, además, con el factor dosis-respuesta, es decir la relación entre la cantidad de exposición a un microorganismo y el efecto que puede producir. En relación con el margen de seguridad, se observó una mayor probabilidad de que la exposición supere la dosis-respuesta de infección en Giardia.

Incluir en la normativa el análisis de ambos parásitos

Teniendo en cuenta que la ingestión de tan solo 10 quistes o 30 ooquistes pueden causar giardiasis y criptosporidiosis, respectivamente en humanos,  el estudio concluye que los tratamientos de aguas residuales permiten un aumento importante en el margen de seguridad del consumidor, ya que en los efluentes tratados se ha observado una alta reducción en los recuentos de (oo)quistes, en comparación con las aguas residuales sin tratar.

Sin embargo, deficiencias en el rendimiento de los procesos de tratamiento pueden reducir la eficacia de la planta de tratamiento y, en ocasiones, pueden detectarse recuentos elevados de (oo)quistes en el agua reutilizada. Por este motivo, los autores enfatizan la importancia de incluir ambos patógenos, Cryptosporidium y Giardia, en las regulaciones estándar para la recuperación de aguas residuales.

 

Fuente:  Cryptosporidium and Giardia safety margin increase in leafy green vegetables irrigated with treated wastewater, International Journal of Hygiene and Environmental Health

 

 

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