El cambio climático favorece la propagación de la Legionella

El cambio climático favorece la propagación de la Legionella

legionella

El calentamiento global y el envejecimiento de la población europea estan creando un caldo de cultivo favorable para la bacteria Legionella, causante de la legionelosis, un tipo de neumonía grave cuya incidencia está aumentando en la UE. Expertos apoyan establecer la obligación legal de monitorizar la presencia de Legionella pneumophila serogrupo 1, principal causante de legionelosis, en el agua de consumo humano.

 

El aumento de las temperaturas debido al cambio climático favorece que el agua en sistemas de distribución y equipos sea más cálida, lo que crea, según el profesor Martin Exner,  director del Instituto de Higiene y Salud Pública de la Clínica Universitaria de Bonn (Alemania), un ambiente ideal para la propagación de cultivos bacterianos de Legionella, especialmente de la especie causante de la legionelosis L.pneumophila

Exner es uno de los científicos que está participando en el debate sobre la revisión de la Directiva 98/83/EC, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, en lo que se refiere a introducir la Legionella como parámetro a controlar en los sistemas de distribución del agua.

Según este experto, los adultos mayores de 50 años y las personas con sistemas inmunes débiles, enfermedades pulmonares crónicas o grandes consumidores de tabaco son los que están en mayor riesgo de contraer la legionelosis, que se transmite por inhalación de aerosoles de agua contaminada con la bacteria. Hasta el 90% de los pacientes necesitan hospitalización, lo que representa un importante coste sanitario. 

La legionelosis es una enfermedad de declaración obligatoria en los 30 paises de la UE/EEE, en realidad infradiagnosticada, que presenta un aumento en el número de casos notificados, especialmente desde el 2017. Este patrón de crecimiento se atribuye, aparte del factor climático, a la mejora en los sistemas de vigilancia de la enfermedad, al envejecimiento de la población y al patrón actual de viajes de turismo. Un mayor número de personas mayores realizan viajes turísticos, lo que supone un mayor riesgo cuando se alojan en establecimientos donde el agua ha estado parada durante mucho tiempo, por ejemplo al inicio de temporada, y no se ha realizado un mantenimiento correcto de la instalación. Asi, con el simple hecho de ducharse existe riesgo de infección.

Exner sugiere que una de las soluciones para controlar la presencia de bacterias hasta realizar una desinfección adecuada, pueden ser sistemas de filtración aplicados en las salidas de las duchas, que reduzcan la concentración de patógenos oportunistas como la Legionella.

Control de Legionella en las redes de distribución 

Para el científico alemán, la lucha contra la legionelosis pasa por incluirla en los controles del agua potable que se distribuye en las redes nacionales. Aunque el agua potable ya está sometida a controles con pruebas, por ejemplo, para E.coli o para patógenos como el cólera o la fiebre tifoidea, estas pruebas no son apropiadas para detectar la Legionella. 

El tema de monitorizar el riesgo de legionelosis se aborda en el Anexo III de la nueva Directiva de agua potable (DWD), que actualiza los estándares de calidad del agua establecidos hace más de 20 años. Según Exner, en Alemania, Francia y Paises Bajos, existe la obligación legal de controlar la cantidad de bacterias Legionella, al menos en las partes más cálidas de las instalaciones de agua potable, dos veces al año.

Enfoque basado en el riesgo

Según Exner, en el análisis del agua de consumo los laboratorios no deberían controlar solo la concentración de la bacteria Legionella, sino adoptar un enfoque de riesgo, tratando de detectar concretamente el primer serogrupo de Legionella pneumophila, la bacteria que causa la mayoría de las infecciones de legionelosis. En Alemania, por ejemplo, las pruebas clínicas generalmente se centran en detectar la virulencia del serogrupo 1 de Legionella pneumophila y cuando se detectan concentraciones altas, se implementan acciones para disminuir la presencia de la bacteria.

Este sigue siendo un tema de debate técnico en el marco de la actualización de la Directiva de agua potable. La actualización del texto legislativo prevé la inclusión de la Legionella dentro de los parámetros microbiológicos a monitorizar en el agua de consumo humano, sin embargo, la Comisión propone que los proveedores de agua no verifiquen un tipo específico, sino Legionella spp., básicamente todas las especies de Legionella que se reproducen en los sistemas de agua dulce de los edificios.

Para Exner, realizar pruebas para Legionella spp. en los sistemas de agua potable supondria un coste innecesario de recursos económicos, energia y tiempo. Él está convencido de que, al igual que sucede en el área clínica, debería buscarse primero el serogrupo 1 de Legionella pneumophila y argumenta que en caso de diagnosticarse una neumonía se realizan pruebas de infección con el serogrupo 1 de L.pneumophila y no con otras especies de Legionella.

Para el científico, otorgar los mismos estándares a otros microorganismos significaría analizar bacterias inofensivas y otros parámetros no regulados, de forma similar al patógeno que causa graves consecuencias para la salud. Lo que entorpeceria y encareceria el control y prevención del riesgo de infecciones de legionelosis en los sistemas de distribución del agua potable.

 

Fuente: Euractiv.com

 

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