Un nuevo estudio realizado en Galicia, una de las zonas más afectadas por el radón en la Península Ibérica, halla indicios de que la exposición a este gas radioactivo está relacionado con una mayor mortalidad por cáncer de pulmón, estómago y cerebro en la población de mujeres. Una mayor permanencia en el interior de las casas y un consumo más elevado de agua, potencialmente contaminada con radón, influirian en la diferencia respecto a los hombres.
El radón en interiores es un grave problema de salud pública
Estudios han confirmado que respirar concentraciones elevadas de radón es uno de los principales factores desencadenantes de cáncer de pulmón. Pero, al parecer, la exposición en interiores a este gas radioactivo, presente de forma natural en el suelo, puede igualmente originar otros tipos de cáncer, como el cerebral o el de estómago.
Esta es la conclusión de un nuevo estudio realizado en Galicia y publicado recientemente en la revista Science of The Total Environment, en el que se analiza el impacto sobre la salud de la exposición crónica a concentraciones elevadas de radón en el interior de los edificios, basándose en más de 3.000 puntos de muestreo distribuidos por toda la Comunidad gallega, en el período de estudio 1999–2008.
El gas radón puede penetrar en el interior de los edificios fundamentalmente desde el suelo, aunque sus efectos nocivos pueden también originarse, en menor medida, a través del agua contaminada, especialmente en fuentes de agua subterránea o pozos, y de ciertos materiales de construcción.
El radón se desintegra en elementos sólidos radiactivos conocidos como partículas de la progenie del radón, que son inhalados o ingeridos, lo que lleva a la exposición del tejido pulmonar y de otros órganos del cuerpo.
Los efectos nocivos de la exposición crónica al radón son conocidos desde hace décadas y la legislación europea en esta materia, la Directiva europea 2013/59/ Euratom, quiere cambiar la situación, obligando a los Estados Miembros a que pongan en marcha planes nacionales de actuación contra el radón antes del 2018. La nueva legislación establecerá niveles de referencia mucho menores que los actuales. Por ejemplo, para la exposición ocupacional el nivel de referencia, que actualmente es de 600 Bq/m3, pasará a ser de 300 Bq/m3. Un nivel que, no obstante, todavía está lejos del nivel máximo recomendado por la OMS, que es de 100 Bq/m3.
Las mujeres gallegas están más afectadas que los hombres
El estudio, en el que ha participado el experto Alberto Ruano Raviña, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela, analiza datos sobre niveles de radón en interiores, obtenidos en más de 3000 puntos de muestreo en Galicia, para determinar su influencia en la distribución de la mortalidad por diferentes tipos de cáncer en 313 localidades gallegas. Los casos se calcularon utilizando las tasas de mortalidad de Galicia para 14 tipos de tumores malignos como referencia, con un total de 56.385 muertes debido a los tumores analizados.
Galicia es una zona especialmente afectada por el radón, debido a la estructura geológica de la región, que presenta niveles altos de este elemento químico.
Los resultados del estudio sugieren que la concentración de radón en el interior de los hogares en Galicia se asocia estadísticamente con una mayor mortalidad por cáncer de pulmón, estómago y cerebro entre las mujeres. En los hombres, sin embargo, no se encontró asociación con ningún tumor.
La asimetria entre hombres y mujeres estaría provocada por diversos factores, entre ellos que las mujeres en Galicia tienden a pasar más tiempo en el interior de las casas y a consumir más agua que los hombres.
Distribución espacial de niveles de radón (izquierda) y mortalidad por cáncer de estómago en mujeres en Galicia (derecha)
Del mismo modo, estudios recientes sobre los no fumadores en Galicia indican que existe un mayor riesgo de cáncer de pulmón por encima de los 200 Bq / m3 y una revisión reciente de estudios disponibles sugiere una posible relación entre la exposición al radón residencial y el riesgo de cáncer de pulmón en los no fumadores. Esto es relevante teniendo en cuenta que muchas de las mujeres en la cohorte del estudio pertenecen al grupo de no fumadores. Fumar actúa como un fuerte modificador de efectos, y se ha demostrado una interacción submultiplicativa entre la exposición al radón y el tabaquismo.
Otra área importante de discordancia es el cáncer cerebral en hombres y mujeres y su relación con el radón. Dado que los tumores del sistema nervioso central (SNC) se asocian con la radiación ionizante, es plausible biológicamente que el radón residencial pudiese aumentar el riesgo de dichos tumores.
En la exposición al radón en interiores, el epitelio bronquial sería presumiblemente el tejido que recibiria la dosis más alta de radiación ionizante, sin embargo, las vías respiratorias superiores y la piel también estarían expuestas, junto con otros órganos, como los riñones y la médula ósea. Además, la ingestión de agua que contiene radón disuelto implicaría la exposición del estómago y otros órganos del sistema digestivo.
Galicia posee un suelo fracturado rico en uranio-238 (238U), junto con recursos hídricos importantes que actúan como transporte, con una correlación entre su contenido radiológico y la tasa de exposición gamma en el sitio donde se tomaron muestras. El contenido radiactivo del agua también se asocia con el tipo de roca con la que entra en contacto. El agua del río se usa allí comúnmente para abastecer áreas urbanas medianas y grandes, mientras que las aguas subterráneas se utilizan en áreas rurales y poco pobladas, así como en viviendas individuales y pequeñas industrias.
El objetivo de Ruano es crear un mapa del radón en los interiores para que los ciudadanos sepan a qué se exponen y se tomen medidas de protección.
Fuente: Residential radon and cancer mortality in Galicia, Spain, Science of The Total Environment
