Aunque existen evidencias de la neurotoxicidad en humanos de ciertos subproductos de la desinfección del agua (DBPs) a altas dosis, como los trihalometanos o los ácidos haloacéticos, un estudio realizado en el Instituto de Salud Global de Barcelona muestra una ausencia de relación entre la exposición a estas sustancias durante el embarazo y el desarrollo neuropsicológico de niños y niñas de 1 y 4-5 años.
Embarazo y subproductos de la desinfección del agua
Durante el período de gestación, el cerebro y el sistema nervioso en desarrollo son particularmente vulnerables a los factores ambientales agresivos, con posibles consecuencias a largo plazo.
Por ejemplo, la exposición durante el embarazo a determinadas sustancias químicas, y en concreto a los subproductos de la desinfección química del agua (DBPs), es un tema que preocupa y que ha sido estudiado recientemente en el Instituto de Salud Global de Barcelona, en el marco del Proyecto INMA.
El objetivo de la investigación ha sido determinar los posibles riesgos para el desarrollo neuropsicológico en niños y niñas expuestos a subproductos de la desinfección del agua durante el embarazo, y los resultados apuntan en principio hacia una ausencia de asociación entre los dos factores.
Pero ¿que son los subproductos de la desinfección del agua y cómo estamos expuestos a ellos?
Los DBP son sustancias químicas generalizadas en el agua potable, que se producen como efecto secundario no deseado en el proceso de desinfección del agua, necesaria para eliminar los patógenos y prevenir las enfermedades transmitidas por el agua.
En el caso de la cloración, el sistema más común de desinfección del agua, los dos DBPs que se forman en mayor concentración son los trihalometanos (THMs) y los ácidos haloacéticos (HAAs). Los primeros son volátiles y permeables en la piel, por lo que la exposición puede ocurrir por ingestión, inhalación o contacto dérmico, mientras que en los segundos la principal via de exposición es la ingestión. Tomar una ducha, bañarse, nadar en la piscina o ingerir agua potable y fluidos que la contengan son vías habituales de contacto con este tipo de sustancias, que se encuentran reguladas por la legislación.
El grupo de los trihalometanos incluye el cloroformo, clasificado como neurotóxico en humanos, el bromodiclorometano, el dibromoclorometano y el bromoformo. Sin embargo, no existe una evidencia clara sobre la neurotoxicidad para humanos del cloroformo u otros THM contenidos en el agua potable. Aunque se sabe que moléculas pequeñas como el cloroformo cruzan la placenta y pueden llegar hasta el feto humano.
Los ácidos haloacéticos son una familia de DBPs que incluyen 9 sustancias químicas: los ácidos dicloro, tricloro, monobromo, dibromo, tribromo, bromocloro, bromodicloro y dibromocloroacético. El ácido dicloroacético es un HAA con una amplia evidencia de neurotoxicidad en humanos a altas dosis, mientras que otros de los HAA han mostrado capacidad de producir neurotoxicidad en estudios experimentales.
Evaluación del impacto de los DBPs en el desarrollo neuropsicológico
Dado el carácter generalizado de la exposición a los DBPs y la evidencia existente que sugiere una neurotoxicidad potencial, es necesaria la evaluación del impacto de estas sustancias sobre el desarrollo neurológico en el útero.
El objetivo específico del estudio realizado en el Instituto de Salud Global de Barcelona es evaluar la asociación entre los marcadores de exposición a DBPs durante el embarazo y los resultados neuropsicológicos en los mismos niños y niñas en el parto y a la edad de 1 y de 4 a 5 años.
Para ello, se estimó la exposición total a los DBPs durante el embarazo a través del agua de consumo en el domicilio (por ingestión, en la ducha y el baño) y se analizaron los diferentes DBPs por separado. Posteriormente, el desarrollo neuropsicológico de los niños y niñas se evaluó con pruebas diagnósticas desarrolladas por un equipo de psicólogos.
Las mujeres embarazadas que participaron en el estudio, entre 2003 y 2008, fueron 494 de Asturias, 638 de Gipuzkoa, 657 de Sabadell y 827 de Valencia.
El cloro fue el principal desinfectante utilizado para el agua potable en todas las áreas de estudio. Se tomaron muestras de agua del grifo sin filtración u otros tratamientos que podrían afectar la concentración de THM o HAA.
La concentración de THM se determinó sobre la base de campañas de muestreo y datos reglamentarios de las autoridades locales y las compañías de agua. Las mediciones se realizaron en diferentes momentos: 2004-2008 (Asturias), 2006-2008 (Gipuzkoa), 2004-2006 (Sabadell) y 2004-2005 (Valencia). Los THM se determinaron en 183 muestras en Asturias, 421 en Gipuzkoa, 198 en Sabadell y 162 en Valencia. En cambio, las mediciones de ácidos haloacéticos sólo estuvieron disponibles en Gipuzkoa, con un total de 264 mediciones en 26 puntos de muestreo.
Los niveles promedio de THM totales, cloroformo, THM bromados, ácidos haloacéticos totales, ácido dicloroacético y ácido tricloroacético en las áreas de estudio fueron, respectivamente 50.5, 12.7, 34.5, 11.3, 3.0 y 3.6 μg / L. Dado que una gran parte de las mujeres embarazadas consumieron agua embotellada durante el embarazo, las duchas fueron la via más importante de absorción residencial de THM.
Ausencia de asociaciones
Una interpretación global de las asociaciones evaluadas para la exposición a THM indica mayoritariamente una falta de asociación entre el desarrollo neurológico infantil y la exposición durante el embarazo, en los niveles de exposición estudiados. Se sugiere una asociación pequeña, pero estadísticamente significativa, entre los THM totales y bromados y la puntuación cognitiva a los 4-5 años, similar entre niños y niñas y por trimestres de exposición. En el área con los niveles más altos de THM bromados (Sabadell), se observa un resultado similar, aunque la asociación no es estadísticamente significativa, probablemente debido al tamaño limitado de muestra.
No obstante, el estudio tiene sus limitaciones, por ejemplo, no incluye DBPs presentes en el agua en niveles más bajos que los THM y HAA, por lo que estos resultados deben interpretarse con cautela y no puede descartarse que los efectos adversos de la exposición prenatal a los DBP puedan aparecer más tarde en la infancia.
Fuente: www.isglobal.org, Drinking water disinfection by-products during pregnancy and child neuropsychological development in the INMA Spanish cohort study, Environment International