Un estudio publicado en la revista Infection Control and Hospital Epidemiology muestra la importancia de la limpieza y desinfección diaria de las superficies de alto contacto en ambientes hospitalarios para reducir la propagación de infecciones de dificil tratamiento, como las producidas por Clostridium difficile o Staphylococcus aureus resistente a la meticilina.
La investigación realizada muestra que la limpieza y desinfección diaria de las superficies de alto contacto en habitaciones de pacientes afectados por Clostridium difficile o Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), reduce significativamente la tasa de patógenos detectados en las manos del personal sanitario y contribuye a reducir la propagación de infecciones.
Para ello se compararon los protocolos de limpieza regulares realizados por el personal de limpieza con la desinfección diaria de las superficies de alto contacto ( barandilla de la cama, mesita de noche, botón de llamada, teléfono, asiento del inodoro, barandilla del baño, etc) realizada aleatoriamente por los investigadores, en 34 habitaciones con C. difficile y 36 con MRSA.
El estudio evaluó la contaminación de las manos de los médicos, las enfermeras y el personal de investigación de seis a ocho horas después de la desinfección. En aquellas habitaciones en las que se realizó la desinfección diaria de superficies hubo una disminución significativa en la cantidad y frecuencia de patógenos en las manos del personal sanitario y de los investigadores (6,4% con desinfección diaria frente a 30% con la limpieza estándar).
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El autor principal del estudio, Sirisha Kundrapu, afirma que los resultados se suman a la creciente evidencia de que la limpieza y desinfección del ambiente son una importante estrategia de control de infecciones.
"La intervención fué sencilla, barata y bien aceptada por pacientes y personal". Las habitaciones, seleccionadas aleatoriamente para la desinfección diaria, se limpiaban cada mañana durante siete dias o hasta el alta del paciente. Esta acción tuvo una duración aproximada de 20 minutos por habitación.
Los protocolos de limpieza habitualmente incluyen la desinfección de las habitaciones después de que el paciente es dado de alta, la limpieza diaria de baños y suelos y la limpieza de superficies de alto contacto sólo si están visiblemente sucias. Durante el período de estudio, menos del 10% de las superficies de alto contacto en habitaciones con C. difficile y con MRSA fueron limpiadas diariamente siguiendo los protocolos regulares.
El estudio pone de relieve el impacto que pueden tener pequeños cambios en la limpieza del entorno para la prevención de la transmisión de infecciones y de la exposición del paciente a los agentes patógenos dañinos.
Fuente: Society for Healthcare Epidemiology of America
