Ha transcurrido ya más de un año desde que finalizó el plazo establecido por la UE para aplicar la Directiva 2013/59/ Euratom, contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes, y España sigue incumpliendo esta normativa en lo referente a la protección frente al gas radón. El radón, que está declarado por la OMS como la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco, sigue siendo ignorado a pesar de estar presente en un porcentaje significativo de edificios en España.
Respirar aire contaminado con radón en el interior de edificios es un riesgo real para la salud de una parte significativa de la población española. A pesar de ser un gran desconocido, el radón es la fuente de radiación natural más importante y una de las principales causas de muerte por cáncer de pulmón.
Los expertos estiman que alrededor de 250.000 edificios en toda España pueden estar afectados por este gas, presente de forma natural en el suelo y que puede desplazarse a través de las rocas o el agua. En el aire exterior, el radón se diluye mientras que el gas que se filtra hacia el interior de los edificios puede acumularse y afectar a la salud de las personas que lo inhalan, ya sea en viviendas, lugares de trabajo o espacios públicos.
Este es un problema conocido desde hace décadas, que la UE quiere controlar y prevenir mediante la Directiva europea 2013/59/Euratom, obligando a los Estados Miembros a que pongan en marcha planes nacionales de actuación contra el radón. Sin embargo, España se sitúa en este tema a la cola de Europa.
Un problema de lenta resolución
Según explica Luis Quindós, catedrático y director del Laboratorio de Radiactividad Ambiental de la Universidad de Cantabria, entrevistado por El País, "las mediciones de radón se iniciaron hace 30 años y desde entonces se han controlado unas 12.000 viviendas, de las alrededor de 250.000 que podrían estar afectadas, y para estar al nivel europeo deberíamos haber llegado, al menos, a las 40.000. En Francia, por ejemplo, han controlado en ese mismo periodo unas 80.000 ”. Al parecer, el ritmo de revisión de inmuebles continua idéntico, por el momento, a pesar de que en febrero de 2018 venció el plazo para transponer a la legislación española la citada directiva europea.
En España, las zonas más afectadas por la presencia de altas concentraciones de este gas son Galicia y la zona occidental del centro de la Península. Por ejemplo, según Alberto Ruano, investigador de la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela, las mujeres de la provincia de Ourense son las españolas más golpeadas por el cáncer de pulmón. Un hecho que él atribuye al radón.
Los requisitos relativos al radón que establece la Directiva 2013/59/ Euratom suponen ampliar enormemente el alcance y el nivel de protección del actual marco regulador. Por ejemplo, para la exposición ocupacional, la Directiva reduce el nivel de referencia a 300 Bq/m3, mientras que el actual nivel de referencia es de 600 Bq/m3 . No obstante, hay que tener en cuenta que la OMS recomienda un nivel de referencia medio nacional todavía inferior, de hasta 100 Bq/m3.
También, en el caso de la exposición doméstica, la Directiva exige a los Estados Miembros tomar medidas activas y habilitar instrumentos para proteger a sus habitantes contra los efectos adversos del gas. Por ejemplo, aplicar medidas para identificar aquellas viviendas donde el promedio anual de concentraciones de radón supere el nivel de referencia, también de 300 Bq/m3, y fomentar las medidas necesarias para reducir la concentración de radón en los hogares.
Prevención en la construcción
Para Luis Quindós la implementación de la Directiva europea es vital, ya que, entre otros aspectos, se frenaría la construcción de casas que no esten dotadas de elementos que mitiguen la presencia del gas. La OMS indica que mejorar la ventilación del forjado, instalar sistemas de renovación del aire mecánicos o sellar el piso y las paredes reducen los niveles en interiores en más de un 50%.
Según el catedrático, por el momento el Ministerio de Fomento está tramitando la modificación del Código Técnico de Edificación, para minimizar los riesgos de la exposición al radón en edificios de nueva construcción, y el Ministerio de Sanidad tiene un borrador del Plan Nacional de Acción frente al Radón, en el que trabaja un grupo de expertos de diferentes ministerios, porque la directiva no afecta solo al radón sino que incluye otras radiaciones ionizantes. La situación actual es para Quindós el resultado de muchos años de pasividad de las instituciones ante el problema del radón.
Fuente: El País