Un brote de lipoatrofia en Barcelona afecta a dos menores y dos educadoras de una guarderia municipal. Este es un escenario nuevo para la aparición de esta dolencia, habitualmente diagnosticada en personas ocupadas en puestos administrativos de edificios de oficinas modernos, con una calidad ambiental deficiente. Mientras que los menores han sido reubicados, se revisa la edificación en busca del posible origen de la dolencia.

 

 

Lipoatrofia diagnosticada en menores

La lipoatrofia semicircular, una dolencia reversible que se caracteriza por la depresión del tejido graso en determinadas zonas de los muslos y ocasionalmente los antebrazos,  se diagnostica habitualmente en personas que trabajan en puestos administrativos en edificios nuevos de oficinas, con una calidad ambiental deficiente. Una humedad baja, la electricidad estática y los campos electromagnéticos siguen siendo las principales hipóteticas causas de esta dolencia.

Pero, recientemente, se han detectado cuatro casos de lipoatrofia en dos niños menores de dos años y dos educadoras en una guarderia de Barcelona. Lo inhabitual del caso ha sorprendido a las autoridades municipales y sanitarias por tratarse de una tipologia de edificio, puestos de trabajo y posiciones laborales que no encajan  con los habituales en los diagnósticos de lipoatrofia.

Biblioteca Agusti Centelles. Imagen: Ajuntament de Barcelona

Hasta ahora no se habia detectado la dolencia en menores, que, al parecer, presentan la misma sintomatología que los adultos.

El primer caso se detectó el 12 de marzo y se confirmó por el Hospital de Sant Pau el 18 del mismo mes. El síntoma presentado por el bebé era, principalmente, la pérdida de tejido adiposo.

El segundo caso se diagnosticó dias más tarde en un niño de la misma clase que el primero y la mutua de la escuela dio a conocer dos posibles casos en dos educadoras del centro, lo que llevó al ayuntamiento al cierre provisional de la instalación.

La guarderia municipal se encuentra en el mismo edificio que la biblioteca Agustí Centelles, cerrada desde diciembre pasado por un brote de tres casos de este mismo trastorno y a la espera de la remodelación del suelo para evitar que sea aislante y no genere electricidad estática.

Una vez más, el Ayuntamiento revisará todo el edificio, donde también conviven una ludoteca y un centro cívico todavía en funcionamiento, en busca de las causas que puedan estar provocando el problema. Algunos elementos de juego y el pavimento del patio de juegos de la guarderia podrían ser generadores de electricidad estática y son aislantes, por lo que al parecer serán retirados.

 

 

Fuente: elpais.com