El tiempo de recirculación del agua es uno de los parámetros indicadores de la calidad del agua en piscinas. Independientemente de su forma o tamaño, las piscinas deben recircular correctamente la totalidad de su masa de agua para mantenerse en adecuadas condiciones de higiene. Vamos a ver porqué.
Calidad del agua en piscinas
Las piscinas son espacios que nos aportan diversión, bienestar, relación social y una práctica deportiva saludable. Para disfrutar de ellas con seguridad, la calidad de sus aguas está regulada a nivel estatal por el Real Decreto 742/2013 por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas, en el que se fijan los parámetros mínimos y los valores paramétricos a cumplir en el agua, y su frecuencia mínima de muestreo.
Entre estos parámetros encontramos el "Tiempo de recirculación" del agua, que deberá ser adecuado según las características de cada piscina.
La recirculación del agua en piscinas
El proceso de recirculación del agua de la piscina consiste en impulsarla para que pase por un circuito cerrado, en el que se somete a tratamiento de filtrado y desinfección, para devolverla posteriormente al vaso.
Para que la calidad del agua se mantenga, toda la masa de agua de la piscina debe recircularse y el proceso debe realizarse en un tiempo determinado. En el RD 742/2013 el tiempo de recirculación del agua no tiene un valor específico, pero debe ser el adecuado para que el agua cumpla con los parámetros de calidad obligatorios, establecidos en el Anexo I del real decreto.
¿Cómo se calcula el tiempo de recirculación?
El tiempo de recirculación del agua es el que tarda en rotar por el sistema toda la masa de agua de la piscina y se calcula en base a dos parámetros: el volumen de la piscina (litros de agua) y el caudal del agua (velocidad a la que el agua entra en la piscina). El tiempo de recirculación se obtiene dividiendo el volumen (litros) por el caudal (litros / minuto).
Por ejemplo, una piscina de 10.000 litros con un caudal de 50 litros/ minuto tendrá un tiempo de recirculación de 200 minutos, es decir poco más de 3 horas. Sin embargo, este valor es teórico, porque en la práctica el agua se mezcla en la piscina, de modo que una parte pasará dos veces por la bomba y otra no llegará a circular. Por tanto es preferible aumentar algo el tiempo.
¿Cuál es el tiempo de recirculación adecuado?
El sistema de recirculación del agua debe adaptarse según las características físicas y de uso del vaso, asegurándose de que el sistema de filtración de la piscina tenga el tamaño adecuado y se limpie con regularidad, y ajustando el caudal con una bomba de velocidad variable, según sea necesario, para garantizar la tasa de rotación correcta. El tiempo de recirculación del agua se debe calcular teniendo en cuenta una serie de variantes, como pueden ser el número de bañistas, la contaminación o impurezas que entran en la piscina (restos vegetales, cremas, etc), la temperatura o la calidad del agua.
En piscinas de uso público, el tiempo de recirculación del agua debería ser de 4 horas y no exceder las 5 horas como máximo.
Un tiempo de recirculación del agua demasiado bajo puede provocar turbidez y una desinfección no homogénea del agua, mientras que si se aplica un tiempo de recirculación sobredimensionado para la instalación puede provocar un aumento innecesario de consumo de energía y agua, mayor desgaste de los filtros y tareas de mantenimiento más frecuentes.
¿Cómo comprobar el sistema de recirculación del agua?
Uno de los requisitos a garantizar antes de poner en marcha una piscina de uso público es que el agua del vaso se recircule por completo, filtrándose y desinfectándose de forma homogénea en cualquier punto de la piscina.
El RD 742/2013 establece que un control inicial obligatorio del tiempo de recirculación del agua antes de la apertura de una piscina, después de tener el vaso cerrado más de 2 semanas o después de cierres temporales que puedan afectar a la calidad del agua.
Para garantizar que el agua del vaso se recircula por completo y se trata de forma homogénea, puede realizarse un "ensayo de pigmentación", que permite saber rápidamente, y de forma visual, la eficacia del sistema de distribución del agua y de los productos biocidas en la piscina. Consiste en inyectar en el sistema de recirculación un tinte que muestra cómo se reparte el agua de retorno a la piscina y el agente desinfectante disuelto, que se ha incorporado durante el proceso de tratamiento.
El ensayo de pigmentación, que está descrito en el anexo A de la norma a UNE-EN 15288-1:2019 sobre piscinas de uso público, permite determinar si existen puntos ciegos o de aguas muertas, en los cuales se interrumpa o ralentice la dispersión del agua. La misma norma establece que el ensayo de pigmentación debe realizarse en el momento de puesta en servicio de la piscina, y recomienda repetir el ensayo cada 5 años, para asegurarse de que el sistema sigue funcionando eficazmente.
Por otra parte, el cumplimiento de este valor paramétrico se debe también determinar con una frecuencia de muestreo diaria, por la mañana antes de abrir las piscinas al público, y se deberían anotar en el libro de registro los tiempos de depuración del agua.
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