Conocer el sentido del tacto en roedores es importante para controlarlos

Conocer el sentido del tacto en roedores es importante para controlarlos

ratas

El tacto es un sentido muy desarrollado en los roedores, que les permite orientarse y responder a estímulos del entorno. Conocer los órganos y el funcionamiento de este sentido es importante en el control de ratas y ratones, ya que permite predecir sus comportamientos y entender sus respuestas ante los dispositivos de control.

 

Gran parte de la orientación espacial y respuesta a los estímulos ambientales en los roedores está directamente relacionada con el tacto. Es este un mecanismo conductual llamado tigmotaxis, por el que el animal se orienta en respuesta al estímulo táctil.

Los bigotes son parte fundamental de este mecanismo, a través de ellos el roedor percibe el estímulo que desencadenará su acción o comportamiento. Los bigotes actuan como una extensión del sistema nervioso central, con vias nerviosas específicas que van directamente del bigote al cerebro del animal.

Además de los pelos de los bigotes, ratas y ratones disponen también de pelos algo más largos y resistentes que los pelos normales, que pueden encontrarse por todo el cuerpo del animal, principalmente alrededor de las patas y en áreas con mayor probabilidad de entrar en contacto con las superfícies. Aparte de los bigotes, que pueden proporcionar orientación inicial, estos pelos "protectores" continuan el proceso, para que el roedor pueda ampliar la inteligencia táctil a medida que se mueve y navega por su entorno. 

Las almohadillas sensoriales presentes en los pies de los roedores también son muy sensibles. Los cambios de temperatura, de texturas y de humedad pueden ser percibidos fácilmente por el roedor a través de los pies, de forma similar a los dedos humanos.

Este es un aspecto importante en el control de los roedores. Teniendo en cuenta el comportamiento neofóbico de las ratas, se deben evitar ciertos cambios. La respuesta neofóbica de la rata puede desencadenarse por el tacto desconocido o no familiar de un objeto, al entrar en contacto directo con los pies o los bigotes del animal. Es importante pensar cómo puede ser percibido el objeto por el roedor.

Utilizando el tacto para controlar

Siguiendo los principios básicos, es útil colocar los dispositivos de monitoreo y captura de roedores a lo largo de sus caminos de paso. Los roedores utilizaran sus estímulos táctiles para desplazarse por ellos, siguiendo su patrón de movimiento.

Hacer cambios en los materiales de los dispositivos de control utilizados puede ser interesante. Por ejemplo, el metal es frío y es fácil de diferenciar pero el plástico y el cartón lo son en menor medida, disminuyendo la neofobia. De ahí que algunas estaciones puedan tener un revestimiento de cartón agregado, para camuflar la superficie interna de la estación de monitoreo.

También pueden utilizarse materiales localmente disponibles para disminuir la neofobia, pero siendo conscientes de que la respuesta neofóbica se desencadena por las diferencias en el entorno normal, percibidas por los bigotes, los pelos protectores o las almohadillas de los pies.

Con conocimientos sobre el comportamiento del roedor y sus respuestas a ciertos estímulos, podemos predecir (en parte) dónde será más probable que vaya el animal, lo que nos permite adaptar los tratamientos al entorno presente.

 

Fuente: pestcontrollernews.com

 

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