Los piojos representan un problema importante que no tiene tanto que ver con la falta de higiene como con la facilidad que tiene de viajar de cabeza en cabeza gracias al estrecho contacto que tienen entre ellos los niños en el colegio. Además, su eliminación es difícil porque el uso de productos químicos es peligroso y otros métodos suelen ser poco efectivos. No hay más que leer el artículo de Jordi Tapias que publicamos la semana pasada: Con el Lindano en la cabeza.
Según datos del Ministerio de Educación y Ciencia, en España alrededor de un 14% de los escolares (casi 600.000) se ven afectados por este problema. Algunas estrategias para luchar contra ello las ofrecimos en el artículo Piojos, pediculosis capilar:
La recomendación para terminar con los piojos es lavar con agua caliente la ropa que ha estado cerca o en contacto con ellos (también la de cama) y aplicar alguno de los productos existentes (pediculicidas) en la cabeza. Este producto debe aplicarse el tiempo suficiente y varias veces para eliminar los individuos que pudieran estar todavía en las liendres en el momento de la primera aplicación (es imprescindible seguir al pie de la letra las instrucciones que lo acompañan). Existen peines especiales que nos ayudarán en la tarea.
En todo caso, se hace necesario ofrecer unas pautas claras a los padres, que muchas veces tienen que hacer frente al problema de manera urgente y sin demasiada idea sobre cómo hacerlo. Por ello nos parecen útiles artículos sobre el tema que aparecen en publicaciones dedicadas a los padres. En el blog Educación y sanidad infantil, por ejemplo, publican una pequeña guía de preguntas y respuestas titulada Piojos y pediculosis.
Como curiosidad, una notícia que evidencia que no sólo es un problema de niños: en el Parlamento británico hay una epidemia de piojos que afecta a parlamentarios, lores y empleados. El problema ha generado tal inquietud que incluso les han prohibido compartir los peines (al parecer una tradición del lugar). Visto en Mundo de lo insólito.