Este pequeño insecto es un parásito que se alimenta exclusivamente de sangre. Su ciclo de vida es de aproximadamente un mes y está diseñado específicamente para su labor: agarrarse al cabello o cuero cabelludo de su huesped con la pinza de que dispone al final de las patas y chupar.
Los huevos de piojo son grandes y de un color claro y tardan una semana en madurar. Al final de ese período la cría se hincha con aire y se desliza hacia el exterior, donde inmediatamente empieza a alimentarse. Este insecto necesita comer dos veces cada día y tiene muy poca resistencia si no dispone de alimento. Es por ello que casi nunca dejará a su huesped abandonado salvo si la temperatura corporal de éste adquiere una temperatura inusualmente alta (por enfermedad) o baja (habitualmente por muerte), en cuyo caso la vida del propio el piojo corre riesgo ya que depende de la temperatura del medio donde vive. Un piojo puede aparearse a los ocho días de vida y es capaz de poner unos diez huevos diarios.
La rápida reproducción de los piojos los convierte en un riesgo evidente de plaga si no se toman las medidas adecuadas, y en estos últimos tiempos cada vez se ha venido haciendo más difícil su eliminación debido a la resistencia que han desarrollado a los productos insecticidas tradicionales; por fortuna, según parece pronto va a aparecer en el mercado un nuevo producto infalible. Se trata de un preparado de la empresa americana Piedmont Pharmaceuticals y del que no se conocen demasiados detalles puesto que está en fase de patente. Lo que sí se sabe es que se trata de un producto no insecticida que disuelve la cera que cubre el exoesqueleto de los piojos causándoles la deshidratación y la muerte y que los ensayos realizados hasta ahora en humanos han dado unos espectaculares resultados. La empresa incluso asegura que no es posible que los piojos desarrollen resistencia a su producto con el paso del tiempo.
En todo caso, y mientras este milagroso producto se comercialice y cumpla las expectativas generadas, la recomendación para terminar con los piojos es lavar con agua caliente la ropa que ha estado cerca o en contacto con ellos (también la de cama) y aplicar alguno de los productos existentes (pediculicidas) en la cabeza. Este producto debe aplicarse el tiempo suficiente y varias veces para eliminar los individuos que pudieran estar todavía en las liendres en el momento de la primera aplicación (es imprescindible seguir al pie de la letra las instrucciones que lo acompañan). Existen peines especiales que nos ayudarán en la tarea.
Existen dos especies de piojo que atacan al ser humano: el Pediculus humanus y el Phthirus pubis (también conocidos como ladilla o piojo púbico).