La OMS acaba de publicar una nueva versión de su "Guía sobre equipos para el control de vectores". Este documento proporciona especificaciones para los principales equipos de aplicación de pesticidas, utilizados para el control de vectores de enfermedades. Incluye requerimientos generales para este tipo de equipos , así como específicos para algunos de ellos.
La segunda edición de la guia "Equipment for vector control. Specification guideline" de la OMS ya está disponible en la web de la Organización. Se trata de una nueva versión del documento, publicado por primera vez en 2006 y revisado en 2010, en la que se reemplazan los contenidos de la versión anterior y se incluyen, además, especificaciones de equipos para la aplicación de larvicidas, asi como para algunos equipos adicionales para adulticidas.
El objetivo de la guía es dotar de una herramienta para poder definir inequívocamente la diferencia entre un equipo para la aplicación de pesticidas aceptable y un equipo inaceptable.
El documento incluye equipos utilizados en las principales técnicas de aplicación de pesticidas, como el rociado residual en interiores, la aspersión espacial mediante equipos terrestres, el control de larvas o los tratamientos de barrera.
Las especificaciones o requisitos comunes para los equipos incluyen aspectos como: el material de construcción, el diseño, el peso, la capacidad y marcado del tanque o características de las mangueras.
Además, se incluyen especificaciones específicas para equipos utilizados en la aplicación de insecticidas en aerosoles; como pulverizadores de mochila, pulverizadores de compresión, nebulizadores portátiles y aplicados a vehículos o rociadores hidráulicos portátiles.
También hay una sección espcífica dedicada a la aplicación de insecticidas y larvicidas en granulados; como aplicadores portátiles de granulados (montados en el hombro, manuales o en mochila) o nebulizadores de mochila motorizados adaptados para la distribución de gránulos larvicidas.
Equipment for vector control. Specification guidelines
Fuente: OMS
