Una fantástica instantánea del fotógrafo húngaro Bence Máté ha resultado vencedora del premio de fotografía de naturaleza más prestigioso del mundo, el Wildlife Photographer of the Year. El motivo es un ejército de hormigas segadoras de la selva costarricense perfectamente organizadas, en plena acción nocturna, despedazando una hoja.
"La maravilla de las hormigas", título de la fotografía, fué tomada durante una expedición que Máté realizó a Costa Rica, en la que el autor quedó fascinado por la forma de trabajar de estas hormigas.
Máté estudió todo aquello que pudo sobre la compleja sociedad de las hormigas segadoras y dedicó horas y horas a observarlas y seguirlas en sus caminos hacia árboles, arbustos y matorrales en la selva de Costa Rica.
El fotógrafo tuvo que encontrar el momento y el modo adecuado para realizar la fotografía, ya que descubrió que estos insectos son más activos durante la noche. Así, ideó instalar un flash y fotografiar las hormigas desde el reverso de la hoja.
Máté afirmó tras ser declarado ganador "me gusta fotografiar la acción y esta imagen muestra muchas actividades diferentes: cómo las hormigas cortan las hojas y se las llevan. Además, sus siluetas ofrecen una visión diferente. La variación en el tamaño de los pedazos de hoja que cortaban era fascinante, a veces las hormigas más pequeñas llevaban pedazos enormes, mientras que las más grandes sólo transportaban trozos pequeños", describe Máté.
Respecto a su fotografía premiada, el fotografo afirmó "me encanta el contraste entre la sencillez de la foto y la complejidad del comportamiento de las hormigas."
El Wildlife Photograph of the Year es un concurso organizado por el Museo de Historia Natural de Londres y la revista Wildlife Magazine de la BBC.
Las hormigas segadoras
Las hormigas segadoras cortan hojas de plantas y árboles para cultivar hongos en sus nidos, que sirven básicamente de alimento para las larvas, mientras que los adultos mayoritariamente se alimentan de la savia de los fragmentos de hojas cortadas.
Este tipo de hormigas pertenecen a dos géneros, Atta y Acromyrmex, y comprenden un total de 38 especies, que son endémicas de América del Sur y Central y algunas zonas del sur de los Estados Unidos.
Las hormigas segadoras conforman una de las sociedades animales más sofisticadas del mundo, siendo los únicos animales (junto al ser humano) que cultivan su propio alimento a partir de materia orgánica. Poseen colonias extremadamente grandes, llegando a los 8 millones de individuos por colonia y un fantástico sistema de castas, con hormigas de diversos tamaños y formas especializadas para varias tareas específicas.
La reina es responsable de la puesta de huevos y el incremento de población de la colonia, mientras que las obreras (hembras no reproductoras) se dividen en varias sub-castas.
Las obreras más pequeñas se dedican al cuidado de los cultivos de hongos que estan situados en túneles minúsculos.
Obreras algo mayores (mínimas) estan presentes en gran número alrededor de las columnas de alimentación y son la primera línea de defensa, ya que patrullan constantemente el terreno circundante y atacan a posibles enemigos que amenacen a la columna de suministro de alimentación.
Obreras algo mayores que las mínimas son las recolectoras, que cortan las hojas y transportan los fragmentos al nido.
Las obreras más grandes (mayores) tienen la función de luchar con depredadores grandes y también realizan tareas como la eliminación de obstrucciones en el hormiguero o el transporte de piezas muy grandes.
Por último están los reproductores alados, que se encuentran en colonias maduras. Las reinas y los zánganos machos jóvenes están destinados a volar y a aparearse para producir nuevas colonias.
Los nidos de estos insectos son auténticas obras de ingenieria, pudiendo alcanzar 30 metros de diámetro en su montículo central, de donde irradian numerosos montículos de 0,3 metros de diámetro, que se extienden hasta un radio de 80 metros. Asimismo, las cámaras subterráneas pueden extenderse hacia abajo a más de 6 metros de profundidad.
Fuente: BBC
