La región de Barcelona disfrutará de agua del grifo de mejor calidad gracias a una nueva planta desalinizadora en El Prat, nuevos filtros en la planta potabilizadora de Abrera y una planta de ósmosis inversa en Sant Joan Despí. El agua de consumo humano mejorará no sólo su calidad organoléptica y química sino también la economia de sus consumidores, acostumbrados hasta ahora a cargar garrafas de agua envasada para beber.
200 millones de litros diarios
La planta desalinizadora para abastecimiento humano más de grande de Europa ya está a punto para entrar en funcionamiento. Ubicada en El Prat y con una capacidad de producción de 200.000 metros cúbicos al día (es decir, 200 millones de litros al día), aportará entre el 17% y el 20% del consumo de agua en el área de Barcelona .
Expertos de la Agència Catalana de l' Aigua afirman "las pruebas que hemos hecho han permitido comprobar que la planta funciona sin problemas y los resultados muestran que la calidad de agua es excelente".
El agua es sometida a diversos procesos de tratamiento de potabilización, el más importante de los cuales es la filtración a alta presión (de 70 atmósferas) a través de unas membranas (poliamida) que retienen las sales. Concretamente, de cada 100 litros de agua de mar captada, se obtienen 45 litros de agua desalinizada, mientras que el resto se arroja al mar con un emisario submarino.
Calidad y ahorro
La calidad organoléptica (sabor y olor) del agua experimentará un gran
salto cualitativo gracias a la desalinizadora.
Asimismo nuevos filtros introducidos en la potabilizadora de
Abrera actúan eliminando mejor los trihalometanos, contaminante producido por la reacción de la materia orgánica y las sales al entrar en contacto con el cloro en el proceso de potabilización.
Por último, Agbar está a punto de inaugurar en Sant Joan Despí
una planta de ósmosis inversa, que también eliminará las sales que dan el característico mal sabor el agua del agua del grifo.
Estas medidas para mejorar la calidad del agua en la región de Barcelona permitirán a medio plazo que los hogares ahorren de media hasta 100 euros al año, según un estudio de la Agència Catalana de l'Aigua. De esta cantidad, casi el 30% correspondería al hecho previsible de que los ciudadanos dejarán de consumir agua envasada.
Ahora, el 58% del agua que se bebe en los 23 municipios del área de Barcelona es envasada, mientras que el 36,5% es del grifo. Por su parte, el restante 5,5% es agua filtrada mediante dispositivos (en jarras o en el grifo).
Fuente: La Vanguardia
Foto: Darkpatator, Wikimedia Commons
Otros artículos relacionados en Higiene Ambiental:
Normativa europea sobre trihalometanos en el agua
