Los biofilms, comunidades organizadas de bacterias, pueden hallarse en todas partes, pegados a las superficies dentro o fuera del cuerpo. Estas biopeliculas son responsables de algunas de las infecciones resistentes a antibióticos más virulentas en los seres humanos. Un estudio realizado en la Syracuse University (EEUU) ha profundizado en como se forman, con el fin de aportar nuevas herramientas para combatirlos.
La investigación realizada, publicada en la revista PNAS, aporta nuevos conocimientos sobre el proceso de formación del biofim. Según el estudio, una compleja relación de proteinas potenciadoras de la aglutinación (en inglés, enhancer binding proteins(EBP)) es responsable de activar los genes que inician la formación del biofilm.
Los investigadores identificaron el circuito que regula las proteínas EBP, que se caracteriza por ser altamente sensible a las señales del medio ambiente y cuya manera de comportarse es compleja y similar a los mecanismos que se pueden encontrar en organismos superiores. "Las células bacterianas que forman las biopelículas requieren de un comportamiento de cooperación similar a las células de organismos más complejos" afirma Anthony Garza, principal autor del estudio.
A partir del conocimiento de la importancia de las proteinas EBP para el inicio del biofilm y de la relación entre estas proteínas y genes específicos de la biopelícula, el estudio aporta el descubrimiento del funcionamiento en conjunto del circuito de regulación de las proteínas EBP y el inicio de la identificación de las señales que activan a proteínas y genes responsables de la formación del biofilm.
Biofilm, Janice H. Carr-CDC |
Los resultados del estudio son, según el autor, claves para el desarrollo de nuevas formas de prevenir y/o tratar las superficies infectadas. Las bacterias son estimuladas para organizarse en biofilm por diversos mecanismos, como la inanición, los niveles altos de nutrientes, el reconocimiento de los tejidos o la densidad de las células y el "quorum" entre ellas.
Dado que requieren de mucha energía para organizarse, las bacterias necesitan asegurarse de que las condiciones son óptimas antes de iniciar el proceso de creación del biofilm.
Por ejemplo, las bacterias pueden reconocer tejidos o superficies especialmente propicios para crear el biofilm. Una vez allí, las células pueden reconocer si a su alrededor hay suficiente cantidad de "células amigas" como para formar el biofilm. En este caso, se inicia el proceso.
"Los biofilms pueden ser hasta mil veces más resistentes a los antibióticos que las bacterias de forma individual. Una vez establecido el biofilm es extremadamente resistente a los agentes bactericidas, ya sean biocidas químicos, productos de limpieza, desinfectantes o antibióticos. La clave para prevenir su desarrollo en la comprensión de cómo se inician" afirma Garza.
Fuente: Syracuse University