Parece que nada escapará al fenómeno IoT (internet de las cosas), ni mucho menos la logística y, especialmente, en el caso del transporte de alimentos sensibles a la temperatura. Mantener la cadena del frío en todo el proceso de suministro es uno de los factores clave para la inocuidad de los alimentos, y el futuro se dirige a dispositivos interconectados, que nos permitan saber no solo dónde está la mercancía sino también en qué estado se encuentra.
Mantener la cadena del frío tiene su futuro en el internet de las cosas
El aumento general del consumo por internet y, cada vez más, también de alimentos frescos sensibles a la temperatura, exige nuevos conceptos de logistica y soluciones inteligentes para satisfacer a un cliente que espera tiempos de entrega cortos, productos en perfecto estado y visibilidad en tiempo real de su envío.
En los próximos años, se espera un incremento del 20-25% en infraestructuras de almacenamiento y distribución que atiendan la creciente demanda de productos como frutas y verduras, carnes o pescado comprados por internet.
Y, en este contexto, parece que el Internet de las Cosas (IoT) revolucionará la forma en que se gestiona la cadena de suministro en la industria alimentaria, y en concreto el mantenimiento de la cadena del frío, un proceso clave para que los alimentos frescos comprados on-line lleguen a su destino manteniendo su inocuidad y propiedades organolépticas originales.
IoT: ¿dónde y cómo está la compra?
Tanto en distribución primaria como de última milla (entrega final del pedido de una tienda on-line), el reto es transportar productos frescos y perecederos, con grandes volúmenes de carga y sensibles a la temperatura, la humedad o los golpes, haciéndolos llegar a su destino en perfecto estado de conservación. La capacidad de los operadores logísticos para ofrecer transporte refrigerado será una de las claves para su éxito.
Y aqui tiene mucho que aportar el IoT.
Dispositivos conectados a un sistema pueden recoger datos de los diversos sensores de los que disponen, para medir en tiempo real parámetros como la temperatura, la humedad, los golpes, la posición o la presión, y transmitirlos mediante una conexión a internet a una nube, en la que podemos visualizarlos, analizarlos y tomar decisiones.
La integración de sistemas de monitorización de la cadena del frío pueden proporcionar una trazabilidad completa de las condiciones del producto, tanto en el almacén como durante el transporte en toda la cadena de suministro, y permiten verificar que se han mantenido las condiciones de temperatura correctas.
Mediante el IoT podemos generar alertas en el caso de que los parámetros que queramos monitorizar se salgan de los umbrales adecuados.
Y, además, durante el transporte, permite monitorizar las partes de la carga por separado, no solo el interior del vehículo. Mediante una red inalámbrica mallada es posible monitorizar y registrar datos de productos distintos y concentrar toda la información en un solo equipo, que la envia a una plataforma web de monitorización.
La monitorización de la carga permite además seguir el estado del producto hasta el interior del almacén, y registrar la temperatura del mismo entre la descarga de la mercancia y su entrada en las cámaras del cliente, ya que este es uno de los puntos críticos en los que se puede romper la cadena del frío.
Asi que, con seguridad, las soluciones IoT para el seguimiento de la cadena del frío van a ser una herramienta clave para la competitividad de los operadores logísticos y de transporte.
Fuente: AICOX