La gestión de residuos es uno de los factores clave en el camino hacia una economia circular en España. En línea con las nuevas directrices de la UE en cuanto a sostenibilidad, protección del medio ambiente e implantación de modelos económicos circulares, la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados fue aprobada por el Congreso el pasado 23 de diciembre, entrando asi en la recta final de su tramitación.
Gestión de residuos en España
La gestión de residuos en España se encuentra todavía lejos de los objetivos de reciclaje establecidos por la UE y excede en mucho el porcentaje deseado de basura que acaba en el vertedero.
En línea con las directrices marcadas por la UE rumbo a la implantación de modelos económicos circulares y de desarrollo sostenible, la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados en España se encuentra en la recta final de su tramitación. El texto fue aprobado por el Congreso el pasado 23 de diciembre y va a ser remitido al Senado, donde entrará en la recta final de su tramitación parlamentaria.
La nueva ley revisa la actual normativa de 2011 para cumplir con los objetivos establecidos en dos directivas comunitarias: la Directiva (UE) 2018/851 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos , y la Directiva (UE) 2019/904, de 5 de junio de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente.
Prevenir la generación de residuos
El nuevo texto da un papel protagonista a las medidas de prevención en la política de residuos y marca un calendario con objetivos concretos y cuantificables, por el que se deberá reducir el peso de los residuos producidos en un 13% para 2025 y en un 15% para 2030, respecto a los generados en 2010.
Se deja en manos de las autoridades competentes la adopción de medidas para conseguir estos objetivos y, por primera vez con carácter estatal, se hace uso de medidas fiscales en el ámbito de los residuos para incentivar la economía circular. Por un lado, se incluye un impuesto sobre envases de plástico no reutilizables y por otro se incluye un impuesto a la incineración, coincineración y al depósito de residuos en vertedero. Ambos impuestos entrarán en vigor el 1 de enero de 2023
También se contemplan actuaciones contra el desperdicio de alimentos y se prohíbe la destrucción de excedentes no vendidos de productos no perecederos, tales como textiles, juguetes o aparatos eléctricos, que deberán destinarse preferentemente a reutilización y reciclado.
Para reducir el consumo de envases, en los establecimientos del sector de la hostelería y restauración se tendrá que ofrecer siempre a los clientes la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita.
Restricciones a los plásticos de un solo uso
Además de la ya vigente prohibición de comercializar determinados productos de plástico, como bastoncillos de algodón, pajitas, cubiertos, platos, agitadores de bebidas o recipientes para alimentos, la nueva Ley introduce nuevas medidas para la reducción del consumo de plásticos de un solo uso.
Entre los productos de plástico de un solo uso sujetos a reducción están los vasos para bebidas, incluidos sus tapas y tapones, y los recipientes alimentarios destinados al consumo inmediato, cuya comercialización ha de reducirse un 50% en 2026 y un 70% para 2030, respecto a 2022 en ambos casos. Para cumplir con estos objetivos, se fomentará el uso de alternativas reutilizables o de otro material no plástico. Desde el 1 de enero de 2023 quedará prohibida su distribución gratuita y deberá cobrarse un precio por cada uno de los productos de plástico que se entreguen al consumidor.
Recogida separada de residuos municipales
Se avanza también en el ámbito de la recogida separada para los residuos municipales, de forma que en 2035 el 50% de los residuos municipales generados se tendrán que recoger separadamente. Para que se considere como recogida separada la fracción de biorresiduos deberá contener, como máximo, un porcentaje de impropios de 20% en 2022 y 15% en 2027, avanzando hacia modelos considerados más eficientes, como el puerta a puerta o la recogida en contenedores cerrados o inteligentes.
Por otra parte, se aborda también el sistema de depósito, devolución y retorno, vinculando su establecimiento obligatorio en todo el territorio del estado al incumplimiento de unos objetivos intermedios de recogida separada de botellas de plástico de bebidas fijados para 2023 y 2027, del 70 y 85% respectivamente, pudiendose extender este sistema no solo a las botellas sino también a otros envases.
Proyecto de Ley de residuos y suelos contaminados