Cinco paises europeos han solicitado a la ECHA la aplicación de restricciones a la fabricación, comercialización y uso de las sustancias PFAS (perfluoroalquiladas), contaminantes antropogénicos tóxicos y muy persistentes. Dos de las principales vías de exposición humana a las sustancias PFAS son el agua de consumo y los alimentos.
Sustancias PFAS, contaminantes emergentes en alimentos y agua
Las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) se bioacumulan en las cadenas alimentarias acuáticas y terrestres, contaminando los alimentos y el agua.
Aunque existen lagunas de conocimiento sobre la presencia en los alimentos de estas sustancias tóxicas y muy persistentes, la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) apunta a que las sustancias PFAS suponen un riesgo de seguridad alimentaria para una parte de la población europea, que supera la ingesta semanal tolerable. Por este motivo, la CE estableció el pasado diciembre contenidos máximos de sustancias perfluoroalquiladas en determinados alimentos, valores que entraron en vigor el pasado 1 de enero, y también estableció el pasado mes de agosto métodos de muestreo y análisis para su control, así como recomendaciones para su vigilancia. La principal fuente de exposición a las sustancias PFAS en alimentos se considera la dieta, sin embargo es probable que el uso de materiales en contacto con los alimentos que contengan sustancias PFAS contribuya a la exposición humana a estos contaminantes.
Por otra parte, las sustancias PFAS se consideran también contaminantes emergentes en el agua, por lo que se incorporaron a la lista de parámetros químicos de la calidad del agua de consumo en la nueva Directiva (UE) 2020/2184, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano.
Sin embargo, establecer umbrales al final de las vias de exposición, como el agua o los alimentos, no es el enfoque adecuado para evitar el impacto de estos contaminantes sobre la salud y el medio ambiente, sino que es necesario evitar o restringir las emisiones de estos productos químicos en el origen de la contaminación. Se ha demostrado que es muy difícil y extremadamente costoso eliminar las PFAS cuando se liberan al medio ambiente.
Establecer restricciones a las sustancias PFAS
En esta línea, Alemania, Dinamarca, Paises Bajos, Suecia y Noruega han presentado a la Agencia Europea para Sustancias Químicas (ECHA) una propuesta para aplicar restricciones a las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), conforme al Reglamento REACH sobre sustancias químicas de la Unión Europea, que la Agencia hará publica el próximo 7 de febrero de 2023.
La propuesta se produce después de que las autoridades de estos cinco países hallaran riesgos no adecuadamente controlados en la fabricación, la comercialización y el uso de PFAS, que deben abordarse en toda la UE y el Espacio Económico Europeo.
Durante los últimos tres años las cinco autoridades nacionales investigaron diferentes PFAS, sus usos y riesgos, y realizaron dos consultas públicas para recopilar información sobre el uso de estas sustancias, que son o se transforman en sustancias persistentes, lo que conduce a una exposición y acumulación ambiental irreversible.
Debido a su solubilidad en el agua y a su movilidad, se ha producido la contaminación por PFAS de las aguas superficiales, subterráneas y potables en la UE, y el problema existe también a nivel global. De no tomarse medidas, sus concentraciones seguirán aumentando y sus efectos tóxicos y contaminantes serán difíciles de revertir.
Fuente: ECHA