Hoy hablamos con Iván Bernal Sosa, biólogo y técnico de control de plagas, autor del hallazgo por primera vez en España de ejemplares del lepisma Thermobia domestica, en una panificadora industrial en Madrid. Iván nos habla sobre este insecto, su posible impacto como plaga en la industria alimentaria y su posible distribución real en España.
Primer registro de Thermobia domestica en España
Iván Bernal, biólogo y técnico de control de plagas en la empresa Biocide S.L. de Madrid, es co-autor de la nota científica «Primer registro de la especie sinantrópica Thermobia domestica (Packard, 1837) (Zygentoma: Lepismatidae) en España» publicada en el Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa a finales del año pasado, en colaboración con el Dr. Rafael Molero-Baltanás, profesor e investigador de la Universidad de Córdoba, entomólogo y experto en el orden Zygentoma, y el Dr. José Luis Viejo, catedrático de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid, entomólogo y experto en el orden Lepidoptera.
En esta entrevista, Iván nos explica el hallazgo por primera vez en España de Thermobia domestica en una panificadora de Madrid y su punto de vista sobre la importancia de esta especie en el sector del control de plagas.
¿Puedes hablarnos un poco sobre Thermobia domestica «el insecto de fuego» y explicarnos como fue el hallazgo de este insecto en Madrid?
Esta especie de insecto pertenece al orden Zygentoma, siendo uno de los insectos más primitivos en la actualidad. Su origen, es probable que sean los desiertos de África septentrional y Asia occidental. Hoy en día, presenta una distribución cosmopolita y se considera sinantrópica ya que, mediante el transporte de personas y alimentos ha podido colonizar el resto de continentes. Al ser originario de ambientes cálidos y secos, en el ámbito urbano su presencia siempre se ha relacionado con lugares cálidos, como pueden ser las panaderías o panificadoras, debido al calor desprendido por los hornos.
En los manuales de control de plagas, se hace referencia a T. domestica como uno de los lepismas más comunes en ambientes urbanos. A pesar de ello, en nuestro país se encuentran de manera esporádica, siendo los géneros Lepisma y Ctenolepisma los más distribuidos.
Al ser originario de ambientes cálidos y secos, en el ámbito urbano su presencia siempre se ha relacionado con lugares cálidos, como pueden ser las panaderías o panificadoras.
A finales del año pasado, durante la revisión de una panificadora industrial en Madrid, encontré varios ejemplares de T. domestica en trampas adhesivas ubicadas en el interior de varios cuadros eléctricos industriales. Dichos cuadros eléctricos estaban ubicados en las salas de horneado, es decir, en las zonas con mayor temperatura de la fábrica. Los ejemplares me llamaron la atención por su patrón bandeado de las escamas presentes en el tórax y en el abdomen, y se lo comenté a José Luis Viejo, con quien colaboro en el estudio de insectos urbanos domésticos en Madrid. Para confirmar la identificación de la especie, contactamos con el profesor Rafael Molero Baltanás. Tras su análisis, me confirmó que se trataba de T. domestica y del primer registro oficial de esta especie en España.
Ejemplares de Thermobia domestica capturados en una trampa adhesiva en el interior de una panificadora en Madrid / Iván Bernal Sosa
Thermobia domestica está emparentado con una plaga común en España, el «pececillo de plata» Lepisma saccharina y Ctenolepisma longicaudata. ¿A nivel de comportamiento como plaga, piensas que existen diferencias entre ellos?
Los lepismas son insectos termófilos, es decir no toleran temperaturas muy frías, además, necesitan de cierto grado de humedad atmosférica para su desarrollo. A diferencia de las otras dos especies, T. domestica puede habitar ambientes secos y cálidos, con temperaturas cercanas a los 40 ºC.
He podido constatar en la panificadora cómo otras especies del género Ctenolepisma se registran en zonas menos calurosas, con temperaturas estables, como las oficinas, mientras que T. domestica se encuentra en zonas con temperaturas más elevadas, como los cuadros eléctricos y hornos. Parece que presenta una distribución diferente al resto de lepismas urbanos, ya que es una especie más extremófila que el resto. A diferencia de Lepisma saccharinum y Ctenolepisma longicaudatum creo que sería más complicado encontrar a T. domestica en el interior de viviendas.
En cuanto a su alimentación, al igual que el resto de lepismas urbanos, se alimenta de materiales ricos en hidratos de carbono o proteínas. Este alimento abunda en los libros de las bibliotecas, herbarios o en viviendas con abundante estructura de madera, como zócalos, tarimas, etc. En este caso, los restos de harina y otros cereales para la fabricación del pan sirve como alimento de la población de T. domestica detectada.
Ahora que habéis notificado por primera vez su presencia en España, ¿hay aspectos que crees que son importantes y que deberían considerar los profesionales del control de plagas que se encuentren con esta especie y deban controlar sus infestaciones?
Para prevenir el desarrollo y poder controlar las infestaciones de T. domestica en las panificadoras, lo mejor es extremar la limpieza, eliminando continuamente los restos de subproducto en las líneas de fabricación, controlar la humedad y la estanquidad de las salas de la fábrica.
La mayoría de daños que provocan los lepismas son insignificantes. Los problemas más importantes que podrían originar son el deterioro de libros u otras colecciones antiguas, por lo que se perdería un gran valor histórico. Otro de los problemas a destacar es el impacto emocional que puede generar a las personas en sus viviendas cuando se desarrolla en un número elevado, aunque estas infestaciones no suelen ser muy frecuentes.
En la industria alimentaria el control de insectos debe ser más estricto que en otros lugares, para evitar la contaminación de alimentos o dañar la imagen empresarial. Para prevenir el desarrollo y poder controlar las infestaciones de T. domestica en las panificadoras, lo mejor es extremar la limpieza, eliminando continuamente los restos de subproducto en las líneas de fabricación, controlar la humedad y la estanquidad de las salas de la fábrica. El chequeo de las materias primas también es importante para detectar la entrada de insectos. Estas medidas no solo ayudan a controlar las infestaciones de T. domestica, sino también las de otros insectos con mayor prevalencia en la industria alimentaria, como los gorgojos o las polillas.
¿Cuál crees que puede ser la distribución real de Thermobia domestica en España? Dado que lo hallasteis en una panificadora, ¿consideras que puede ser o convertirse en una plaga relevante para la industria alimentaria?
La primera cita confirmada en la península ibérica es un registro en una panadería de un pueblo cercano a Lisboa, alrededor de 1980. Después de más de 40 años, hemos registrado la segunda para la península y la primera para España. A pesar de ser un insecto muy conocido en la bibliografía de la que nos nutrimos las empresas de control de plagas, la anglosajona, es curioso la escasez de citas en nuestro territorio. En la actualidad, no creo que deba presentar una distribución muy amplia en España, ya que anteriormente otros técnicos hubieran registrado esta especie en alguna ocasión. Sí que es verdad, que la falta de curiosidad en nuestro sector y la premura durante las revisiones provoca que pasen desapercibidas muchas especies de insectos interesantes.
Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta para tratar de definir su distribución, son las identificaciones virtuales que se realizan a través de fotografías en páginas webs, es decir, sin analizar el insecto in situ (una acción muy común en nuestro sector). Estas páginas a veces reflejan una distribución que no es real, a través de identificaciones y mapas poco fiables. Por ejemplo, hay otra especie del mismo género potencial a registrarse en nuestro país, T. aegyptiaca. Las diferencias entre ambas especies se deben al número de artejos en los palpos maxilares y ese carácter morfológico se debe de examinar a través del microscopio. Por lo tanto, el registro a través de fotografías no es válido y nada recomendado a la hora de identificar lepismas sinantrópicos.
A) Lepisma saccharina / F. Welter-Schultes, B) Ctenolepisma sp./ H. Grobe, C) Thermobia domestica / R. Hodnett
En cuanto a si en un futuro esta especie puede convertirse en una plaga alimentaria relevante, no creo que pueda generar tantos problemas en la industria como otros insectos, como pueden ser Blatella germanica, Lasioderma serricorne o Plodia interpunctella. De los lepismas, el género potencial a generar problemas, sería Ctenolepisma. Otros técnicos están observando cómo el lepisma exótico, C. longicaudatum, está desplazando a L. saccharinum en los edificios.
Creo que es bastante probable que se registren otros casos en nuestro país de T. domestica en panaderías o panificadoras, ya que son lugares propicios para el desarrollo de esta especie al haber abundante alimento y elevadas temperaturas. Por lo tanto, seguramente T. domestica se encuentre en otras regiones y espero que esta nota ayude a los técnicos de las empresas de control de plagas a conocer y detectar la especie en alguna de sus revisiones.
Por último, me gustaría recomendar un artículo de Rafael Molero Baltanás “Lepismas y libros: actualización del conocimiento sobre Lepisma saccharina (Zygentoma: Lepismatidae) en España” en el que trata varios aspectos a tener en cuenta sobre los lepismas domésticos en nuestro territorio.
¡Muchas gracias Iván!