El 36% de los árboles frutales de Castilla y León están afectados por una plaga de gusanos cabezudos y las cooperativas agrícolas de la zona, después de años de lucha, ya no saben qué más hacer para solucionar el problema.
El gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis) es un escarabajo negro de unos 2,5 cm. que ataca especialmente a frutales de hueso. Se alimenta construyendo galerías bajo la corteza del árbol de modo que corta la circulación de la savia y provoca el secado paulatino del árbol. Dado que la larva vive dentro de la madera se hace muy difícil combatirlo, y cuando es posible se recomiendan medidas preventivas basadas en la cubierta del tronco mediante una tela metálica que no permita a los individuos adultos poner huevos en árboles todavía no afectados y evitando que las larvas recién nacidas penetren al interior del arbol ya que el tamaño de estas larvas jovenes alcanza los 20 mm. (Hasta los 70mm las adultas).
El tratamiento en la fase adulta de la larva una vez situada entre albura y la corteza es de gran dificultad.
Hoy conocemos que la pluviometría escasa favorece la presencia de la plaga, que la encontramos en Valencia, Murcia, Cataluña ,así como en Mallorca.
Fuente: La Voz de Salamanca.