El agua de 100 de las 300 redes de abastecimiento catalanas contiene algunos elementos contaminantes en niveles superiores a los límites establecidos legalmente. A pesar de esto, la Agencia de Protección de la Salud asegura que este hecho no supone ningún riesgo para las personas que beben agua del grifo.
Normativa sobre el agua
Hace pocos dias publicamos un artículo sobre la entrada en vigor en enero 09 de la nueva normativa establecida en el RD 140/2003 por la que se rebaja la presencia máxima permitida de trihalometanos en el agua y de la responsabilidad de los municipios de ceñirse a la normativa.
Hoy recogemos la noticia de que un tercio de las redes de abastecimiento catalanas supera esporádica o permanentemente los niveles legales de determinados contaminantes, entre ellos principalmente los trihalometanos, nitrato, arsénico y fluoruros.
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En declaraciones a la agencia Efe, la Agencia de Protección de la Salud (APS) ha asegurado que "la presencia en el año 2008 de elementos contaminantes por encima de los niveles establecidos en el agua de los hogares de más de 70.000 catalanes no supusieron ningún elemento de riesgo para la salud de las personas que bebieran agua del grifo."
El director de la APS, Xavier Llebaria, aseguró que la calidad del agua es mejor que en años anteriores y que estos valores no son anómalos ni diferentes a los de otros ejercicios. Asi mismo observó que los Ayuntamientos de los municipios afectados hubiesen avisado a la población en caso de no poder consumirse el agua.
Los trihalometanos
Unas 25.000 personas de once municipios recibieron agua que superaba los niveles legales de trihalometanos, un compuesto potencialmente cancerígeno formado por la combinación de sustancias orgánicas presentes en el agua con el cloro de la desinfección, siendo los municipios barceloneses de Sant Vicenç de Castellet y Piera los más afectados.
Los nitratos
Los excesos de nitratos en el agua, derivados de la contaminación agraria y ganadera, afectaron a unas 24.000 personas de 65 municipios. Entre ellos los de Calaf (Barcelona) y Cambrils (Tarragona) fueron los más afectados. Beber agua con altos niveles de nitratos de manera constante puede provocar transtornos de salud.
El arsénico y los fluoruros
La ingesta crónica de bajas cantidades de arsénico puede provocar alteraciones digestivas, dermatológicas y cardíacas. La superación de los límites de arsénico afectó al agua de grifo de los hogares de unas 12.500 personas residentes en 19 municipios, con especial incidencia en Caldes de Malavella (Girona), dónde se registraron también los mayores excesos de fluoruros.
El exceso de fluoruros, de origen geotérmico, afectó a 20 municipios, con una población total de alrededor de 20.000 personas.