La citometria de flujo permite analizar microorganismos en el agua con mayor exactitud

La citometria de flujo permite analizar microorganismos en el agua con mayor exactitud

bacterias-aguaLa técnica de citometria de flujo permite analizar la cantidad de células de microorganismos presentes en el agua potable de manera mucho más rápida y realista que los métodos tradicionales de cultivo. Los resultados ponen de manifiesto que en el agua potable viven entre 100 y 10.000 veces más células de las que los métodos de cultivo pueden detectar.

 

 

El método de citometria de flujo para analizar el agua potable, desarrollado por el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología del Agua (EAWAG), ha sido aceptado oficialmente el pasado diciembre de 2012 por las Autoridades de Salud suizas como método recomendado para realizar análisis del agua potable.

Innovación para analizar la calidad microbiológica del agua

La calidad higiénica del agua se determina prácticamente con el mismo método desde hace décadas: se transfieren las bacterias presentes en el agua a una placa con nutrientes, se las deja crecer en un ambiente cálido  y se recuentan, después de un cierto tiempo, las colonias formadas.

Como indicadores de contaminación fecal se utilizan las bacterias intestinales Escherichia coli y enterococos. Paralelamente, como medida de la calidad microbiológica general del agua, se determina el recuento de colonias aerobias.

Este método muestra un orden de magnitud de todos los microbios existentes que pueden multiplicarse a temperaturas entre alrededor de 20º y 45º y, según los estandares mundiales,  el limite de tolerancia se establece en menos de 300 unidades formadoras de colonias por mililitro (UFC / ml)

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 Se subestima el número de células

Según los técnicos de la EAWAG, el método de cultivo tiene dos grandes inconvenientes: requiere de una gran cantidad de tiempo, entre 3 a 10 dias, hasta obtener un resultado y solamente se recuenta una fracción de los organismos vivos reales en la muestra, ya que sólo se detectan aquellas bacterias que pueden crecer en las condiciones del cultivo y formar colonias. Estas son típicamente entre un 0,01 y un1%

Según la EAWAG, el limite de tolerancia (300 UFC / ml), también vigente en la regulación suiza, está basado pues en una fuerte subestimación del número real de microorganismos presentes en el agua, aunque, normalmente, el cultivo de E.coli y Enterococos aporte resultados fiables.

El principio de la citometria de flujo

La citometria de flujo se desarrolló en la década de 1980 para aplicaciones médicas, donde desde entonces se utiliza, por ejemplo, para realizar análisis de células en la sangre.

La base de la aplicación de la técnica para el análisis del agua potable es la tinción de las células  con un tinte fluorescente que se une al ADN. Posteriormente, las células son pasadas a través de un estrecho capilar, de manera que pueden ser escaneadas y cuantificadas individualmente por un rayo laser.

Asimismo, la luz dispersa resultante y la señal de luz fluorescente es captada por unos detectores y un software asigna una señal específica para cada partícula individual, realizando un análisis de la estructura microbiológica de la muestra, diferenciando a través del ADN las células grandes y pequeñas de los microbios, especialmente bacterias.

La citometria de flujo permite determinar el número total de células en una muestra de agua en pocos minutos. Los valores obtenidos son un indicador realista de la carga microbiana del agua y pueden, por lo menos indirectamente, establecer indicios sobre su contaminación.

Huella digital del agua

El procedimiento permite también establecer la proporción de células más grandes y células menores (células con un alto o bajo contenido de ácido nucleico). Esto se conoce entre expertos como la "huella digital" del agua, cambios repentinos en en este valor pueden ser indicador, por ejemplo, de daños en las canalizaciones de la red o de fallos en el tratamiento del agua.

Nuevo método estándar

Suiza es el primer país del mundo en introducir este método avanzado para la cuantificación de las células microbianas en el agua. Stefan Kötzsch, especialista en agua potable de la EAWAG, está convencido de que otros países, como Holanda, también adoptaran la nueva tecnología.

Kötzsch afirma que establecer nuevos limites de tolerancia para la calidad microbiológica del agua no sería útil y apenas posible, ya que cada agua tiene, en función de su origen, una composición microbiológica propia  y un número más elevado de células, por si sólo, no pueden relacionarse con la posible presencia de patógenos (veáse la gráfica a continuación).

 

 

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No obstante, los expertos están convencidos de que la citometria de flujo se establecerá como método normalizado para vigilar la calidad del agua potable, ya que el método puede ser utilizado de manera ideal para sistemas completos de suministro, desde la extracción y el tratamiento hasta la distribución del agua al consumidor. De hecho, ya estan trabajando en una versión automatizada del método que permita el control on-line del número de bacterias presentes en el agua.

 

Fuente: EAWAG

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