Las chinches de la cama (Cimex lectularius) siguen proliferando por todo el mundo. Por ejemplo, en Nueva York siguen siendo la plaga que más servicios origina para las empresas de control de plagas, mientras que en el madrileño barrio de Lavapies se han adueñado de más de diez bloques de pisos para desesperación de los vecinos. Una maleta con infrarrojos es la última novedad contra estos insectos.
Aunque el punto máximo de presencia de esta plaga en los medios de EEUU haya pasado, este problema de salud pública sigue existiendo exactamente igual, según afirman los profesionales del sector de la desinsectación. En las últimas semanas la plaga se ha detectado prácticamente en todas partes, desde el metro de Nueva York hasta las habitaciones de la Academia Naval y, además, una encuesta realizada por una empresa de control de plagas en la ciudad halló que el mayor temor de los inquilinos de viviendas son las chinches de la cama.
Los hoteles y moteles en EEUU parece que han podido mejorar algo su situación en general; un estudio realizado por la Universidad de Kentucky muestra una disminución del 5% en los servicios requeridos a las empresas de control de plagas para erradicar chinches en este tipo de establecimientos.
Gran parte de ellos tienen actitudes proactivas. No sólo inspeccionan y vigilan de cerca cualquier indicio, sino que la mayoría tienen planes de respuesta agresivos, que exigen no solo la desinsectación de la habitación donde se han hallado las chinches, sino también las de ambos lados y las de encima y debajo, ya que la infestación se puede propagar a través del cableado y los enchufes eléctricos.
No es extraño que el número de productos contra las chinches haya aumentado también, con más de 300 productos biocidas diferentes registrados en la Agencia de Protección Ambiental de EEUU para este fin.
Una nueva arma
Pero el último grito en la batalla contra las chinches es una arma novedosa: la maleta
 Cimex lectularius: Whitney Cranshaw, Colorado State University, Bugwood.org |
No siempre es el caso, pero la expansión de esta plaga está muy relacionada con los viajeros y con la capacidad de estos insectos para esconderse en ropas, pertenencias y maletas, y desplazarse allá donde vaya su dueño.
En EEUU, ya es posible comprar maletas antichinches, dotadas con paneles de infrarrojos que elevan la temperatura del interior de la maleta y su contenido hasta 60ºC, matando a las chinches y a sus huevos. La maleta se conecta a la red y sus paneles infrarrojos se calientan, recomendandose ajustar el temporizador a ocho horas para conseguir un efecto completo.
En España también pican
Al otro lado del Atlántico, la prensa nos muestra que las chinches estan también afincadas con fuerza en nuestro país.
Por ejemplo, en el barrio Lavapies de Madrid vecinos de diez bloques de pisos se enfrentan a una infestación muy dificil de erradicar, que podría haberse propiciado por la recogida y reutilización de muebles y colchones infestados abandonados en la calle. Una vez en el edificio, la expansión de la plaga está casi asegurada. Los insecticidas caseros apenas ayudan y si el vecino fumiga, las chinches que sobreviven al producto químico buscan refugio en los pisos que no lo hayan hecho. Otro caso relativamente reciente en Madrid es el cierre temporal el pasado mes de junio de una sala de hospitalización con 14 camas del Hospital Niño Jesús por la presencia de chinches.
Profesionales y expertos coinciden: ante la más mínima sospecha de infestación se recomienda contactar una empresa especializada y registrada, que realice un tratamiento efectivo y que evite el riesgo de intoxicaciones por un uso incorrecto de productos biocidas.
Fuente: CNBC
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