Sólo en Europa, más de 60 ciudades disponen de una red de metro, en la que los usuarios están potencialmente expuestos de manera rutinaria a niveles de partículas inhalables mucho mayores a los limites legales establecidos para el aire exterior. Un proyecto dirigido por el CSIC, en colaboración con TMB, analiza la calidad del aire en el transporte subterráneo y posibles riesgos derivados para la salud.
¿Qué respiramos en el metro?
Los desplazamientos en el metro es una actividad que afecta a millones de personas diariamente. Es un medio de transporte urbano relativamente limpio desde una perspectiva medioambiental, con emisiones bajas y gran capacidad de desplazamiento de personas. Sin embargo, en términos de calidad del aire interior y de exposición personal, para el viajero regular, es posible que respirar el aire dentro del metro represente un mayor riesgo para la salud respiratoria.
Muestreo de aire en el metro de Barcelona. CSIC |
El proyecto IMPROVE LIFE (Implementación de metodologías y prácticas para reducir la contaminación del aire del entorno subterráneo), financiado por la Unión Europea y desarrollado por el Grupo de Investigación del CSIC en Calidad del Aire del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), está analizando la calidad del aire en el metro de Barcelona con el objetivo de crear estrategias para caracterizar y mejorar la calidad del aire en los andenes y trenes.
De hecho, los niveles de materia particulada en el subterráneo son habitualmente mucho mayores que en el exterior. Cuando se compara con el aire exterior, el aire en el metro no sólo es excesivamente rico en hierro, sino que también puede contener niveles elevados de trazas de metales como el manganeso, cromo, cobre, niquel y zinc, asi como los metaloides tóxicos antimonio y arsénico.
La forma física de las micropartículas de estos elementos es típicamente muy angular, con abundantes superficies de fractura frescas, aptas para la interacción biomolecular. Semejante cóctel metalífero, especialmente teniendo en cuenta las altas cargas de masa respiradas, es probable que sea inusualmente bio-reactivo.
El objetivo de IMPROVE LIFE es proporcionar un estudio de referencia para una mejora real de la calidad del aire del metro, en el que se identificaran las principales fuentes de comunicación para priorizar estrategias de mitigación de la contaminación del aire rentables y con consumo de poca energía.
Concretamente se determinaran las fuentes de emisión de contaminantes en andenes y trenes identificando las de mayor riesgo para la salud para viajeros habituales y también se evaluaran los efectos obtenidos con sistemas utilizados para mitigar la contaminación del aire en el metro de otros paises a nivel mundial; como el uso de filtros de aire, diseños de los andenes, técnicas de vigilancia , etc.
Con los resultados obtenidos, se quiere desarrollar una estrategia apropiada para conseguir la mejor calidad del aire en los sistemas de transporte subterráneo, que será distribuido a las autoridades de transporte más representativas de todo el mundo. Aparte de la importancia obvia en Europa, el grupo CSIC está particularmente interesado en la comunicación de sus resultados a los países del este de Asia, especialmente Japón, Corea del Sur, y, sobre todo, China, que está construyendo rápidamente nuevos sistemas de metro en sus megaciudades.
Fuente: CSIC