Rápida, agresiva, hiperactiva y con gran capacidad de reproducción, la hormiga argentina (Linepithema humile) se ha expandido por todo el mundo, convirtiéndose en una plaga que provoca estragos sobre especies autóctonas. Además, una vez que se instalan en las casas resulta muy dificil eliminarlas. Un nuevo cebo, a base de algas marinas, podria evitar la pulverización excesiva y desesperada de sprays insecticidas contra estos insectos en los hogares.
Una invasora imparable
Cuando la hormiga argentina consigue instalarse dentro de los hogares, el problema está servido. Es muy dificil acabar con una plaga de este insecto, ya que una colonia puede tener muchas reinas y su capacidad de reproducción es grande.
A esto se añade su gran actividad, trabaja a todas horas, su capacidad de cooperación entre individuos de la misma colonia y su fuerte agresividad frente a los que no lo son. En definitiva, un ejército que no se rinde fácilmente y que, en España, ha provocado la casi desaparición de especies de hormigas autóctonas en gran parte de las ciudades españolas.
Un método común para controlar la hormiga argentina es la aplicación de insecticidas, sin embargo esta táctica puede dañar a organismos no objetivo y también causar contaminación ambiental.
Una posible alternativa ha sido desarrollada en la Universidad de California; un cebo biodegradable, basado en algas marinas, y económico, que puede ayudar a los propietarios de viviendas afectadas y también a agricultores a controlar las poblaciones de Linepithema humile.
Cebos de hidrogel
La investigación se inició partiendo de los cebos líquidos, que utilizan una combinación de agua con azúcar, como atrayente, y una pequeña cantidad de tóxico para matar a las hormigas. El problema con los cebos líquidos es que necesitan dispensarse en estaciones de cebo, que cuestan de mantener.
Por lo que los autores se decantaron por los hidrogeles, que eliminan la necesidad de usar estaciones de cebo. Los hidrogeles se aplican sobre el suelo, donde las hormigas buscan alimento. Una vez que el hidrogel es descubirto por una hormiga, ésta bebe de su superficie y, de regreso al nido, comparte el líquido tóxico con sus compañeras. Las hormigas crean, además, un rastro hacia los hidrogeles que sus compañeras de nido seguirán.
Los hidrogeles están diseñados para ser de acción lenta, por lo que pasan varios dias antes de que las hormigas mueran. Para entonces, miles de ellas habrán ingerido el cebo líquido.
Hidrogel de alginato
Las perlas del hidrogel desarrollado en California contienen alginato, un polisacárido ampliamente presente en las paredes celulares de las algas marinas marrones, conocido por su capacidad para producir geles.
En pruebas realizadas, se vió que el contenido de humedad del sustrato sobre el cual se colocaron las perlas y la humedad atmosférica relativa, influyen significativamente en la dinámica de pérdida de agua de las perlas de hidrogel hidratadas, y se detectó una pérdida de palatabilidad en las hormigas obreras cuando la pérdida de agua fué ≥ 50%.
El producto obtenido con alginato tiene la rigidez deseada y es altamente absorvente, reteniendo una hidratación máxima en la solución de sacarosa al 25%, para que siga siendo atractivo para las hormigas durante un período largo de tiempo.
Los investigadores aplicaron en las perlas de hidrogel una solución azucarada con un 0,0001% de insecticida tiametoxam, una cantidad 100 veces menor que la que utiliza un cebo estándar para hormigas y 1000 veces menos concentrado que los insecticidas en spray que contienen tiametoxam.
Los cebos de hidrogel con alginato, con una consistencia parecida a la gelatina, redujeron las poblaciones de hormigas entre un 40%-68% después de cuatro semanas. Tras un segundo tratamiento, entre las semanas cuatro y cinco, se mantuvo una reducción de las poblaciones de hormigas entre el 61%-79%, hasta finalizar el experimento después de ocho semanas.
Los autores consideran una reducción del 70% todo un éxito, si se tiene en cuenta que no se está pulverizando de forma generalizada un insecticida, sino utilizando un método muy específico, y mejor para el medio ambiente.
Pero, de momento, todavía tienen trabajo por delante, investigando si el uso de este nuevo producto, para el que se ha solicitado ya una patente, es aplicable para controlar otros insectos plaga, asi como la rapidez con la que se biodegradan los hidrogeles desarrollados.
Fuente: https://www.ucr.edu/
Imagen: Choe LAboratory, UC Riverside