La industria europea de detergentes y productos de mantenimiento aporta numerosos beneficios a la sociedad, como asegurar la higiene, proteger la salud o conservar bienes e instalaciones. No obstante, este sector, que está estrechamente relacionado con la industria de los biocidas, se considera desproporcionadamente afectado, e incluso amenazado, por la estricta legislación europea para productos químicos y sus costosos procesos.
Una legislación que permita ofrecer productos y servicios e innovar
La Asociación Internacional para Jabones, Detergentes y Productos de mantenimiento (AISE) reunió recientemente al sector europeo de la limpieza e higiene en la segunda edición de su Cleaning and Hygiene Forum, en el que se debatió el futuro de la industria y sus oportunidades de innovación.
El mercado europeo de detergentes y productos de mantenimiento tiene un valor de alrededor de 35,6 billones de euros, y da, según AISE, un servicio clave a la sociedad para proteger la salud y el bienestar de lo/as ciudadano/as en Europa.
Motivo por el que desde la Asociación se considera que esta industria necesita poder continuar ofreciendo sus productos y servicios e innovar. Una necesidad que se ve amenazada por los altos costes que le supone cumplir con la legislación europea.
Basándose en una encuesta reciente de la Comisión Europea, que demuestra que este sector se ve desproporcionadamente afectado por los costes administrativos derivados de la necesidad de cumplir con la legislación sobre sustancias químicas, como el Reglamento de Biocidas, el CLP o el REACH, AISE hace un llamamiento a las autoridades de la UE para revisar la situación del sector.
En el sector profesional, la industria aporta productos especializados de limpieza e higiene para una amplia gama de sectores y aplicaciones. Por ejemplo, hospitales, hogares de ancianos, restaurantes, industria alimentaria, granjas, instalaciones industriales, lavanderías industriales o hoteles.
Conservantes, un ingrediente biocida clave
Uno de los aspectos que preocupan al sector es la futura disponibilidad de ciertos biocidas, necesarios para conservar los detergentes líquidos, un mercado en crecimiento.
Los detergentes líquidos a base de agua representan alrededor del 70% del mercado total doméstico (detergentes para ropa, productos de lavandería, acondicionadores de telas, limpiadores de superficies, lavavajillas, insecticidas, ambientadores, etc.) y alrededor del 30% del sector de limpieza e higiene profesional.
La tendencia actual del mercado, en línea con las elecciones de los consumidores, muestra una preferencia creciente por los formatos líquidos, que además también permiten la concentración y mejoran la sostenibilidad.
Pero, los detergentes líquidos a base de agua necesitan un método de conservación, para evitar que sean contaminados por microorganismos. Para ello, se les añaden sustancias biocidas, que son fundamentales para evitar la proliferación de dichos microorganismos y la degradación del detergente.
Los biocidas conservantes permiten que los detergentes líquidos mantengan una vida útil duradera, se eviten pérdidas de producto y se optimicen los recursos, apoyando así a la sostenibilidad.
Aqui entra en juego la legislación que regula el uso y comercialización de biocidas en la UE, el Reglamento 528/2012, enfocado en priorizar la seguridad para la salud y el medioambiente, que ha restringido y en algunos casos prohibido, el uso de sustancias activas biocidas de acuerdo a la evaluación del riesgo.
Este es para AISE un problema grave, ya que, aunque todavía hay muchos conservantes disponibles en el mercado, en la práctica, solo unos pocos son técnicamente compatibles con formulaciones de detergentes y de productos de mantenimiento. Los principales biocidas conservantes utilizados por los miembros de A.I.S.E. son: BIT y MIT (ambos en proceso de evaluación paraTP6) CMIT / MIT (aprobado para TP6 hasta 2027), Bronopol y Phenoxyethanol (ambos en proceso de evaluación para TP6).
La industria de los detergentes teme que las autoridades, en el contexto del Reglamento sobre productos biocidas, tomen decisiones muy conservadoras que restrinjan (o prohíban) innecesariamente el uso de estos biocidas conservantes. Según AISE, los procesos de evaluación de los biocidas deberian integrar aspectos como la dependencia de la industria de sustancias específicas y la función social que estos ingredientes desempeñan en la disponibilidad de productos, que permiten conseguir un entorno sostenible, limpio e higiénico.
Clasificación y Etiquetado de Sustancias Químicas
Además del Reglamento de Biocidas, también la entrada en escena del Reglamento CLP de la UE, que cambia la clasificación y el etiquetado de mezclas para detergentes y productos de limpieza, tiene consecuencias negativas para los miembros de AISE. La clasificación de determinadas sustancias químicas como peligrosas impulsa a la industria hacia la reformulación, mientras que AISE considera que algunos ingredientes pueden usarse con seguridad en productos de limpieza y detergentes.
Desarrollar sustancias nuevas es un proceso dificil y costoso, que no está en las posibilidades de los usuarios intermedios o PYMES. Además, el sector considera que otros medios para conservar productos detergentes no son concebibles ni sostenibles. Por ejemplo, almacenar detergentes líquidos en frigoríficos a lo largo de la cadena de suministro o incluso en el hogar.
El objetivo del Reglamento CLP es que tanto consumidores como trabajadores obtengan (en la etiqueta) la información adecuada para reconocer los peligros reales del producto que utilizan e instrucciones para un uso seguro. Sin embargo, el Reglamento CLP introduce un enfoque de aditividad de las características de cada sustancia incluida en una mezcla, que conlleva un etiquetado más severo, incluso en productos de uso diario.
Esto supone para AISE que el etiquetado no refleja los efectos reales de los productos sobre el ser humano, basandose en la experiencia (en particular, para los efectos oculares) y conduzca a la confusión, comunicación engañosa y uso indebido por parte de los usuarios.
Por ejemplo, el conjunto total de productos para el hogar que se etiquetaría como corrosivo, al cambiar la anterior legislación por Reglamento CLP y usando el enfoque de aditividad, pasaría del 6 al 55%.
Los costes de la legislación
El informe sobre la Evaluación de Costes Acumulados de la Comisión Europea para la industria química de la UE, publicado en 2016, confirma que el coste de la aplicación de la legislación representa una parte importante del valor añadido y de las ganancias de la industria de detergentes y productos de mantenimiento, afectándola de forma desproporcionada. Este coste asciende aproximadamente a 670 millones de euros, que corresponden al 11,3% del valor añadido del sector, y equivale al 33,4% de sus ganancias.
Por este motivo, AISE pide tomar medidas para reducir el coste administrativo, una cuestión fundamental especialmente para las PYMES, que dificilmente pueden amortizarlo y también decisiva para la capacidad del sector para innovar; los recursos dedicados al cumplimiento legislativo no están disponibles para investigación y desarrollo.
Los costes más significativos están asociados a tres Reglamentos: CLP (clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas químicas), BPR (Uso y comercialización de Biocidas) y REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Productos Químicos).
El informe muestra que los costes de implementar la legislación aumentaron constantemente durante el período 2004-2014. Se espera que los costes para CLP y REACH disminuyan después de 2017 y 2018 respectivamente, mientras que los costes derivados del Reglamento de Biocidas continuaran aumentando.
Fuente: AISE