La toxicología computacional se muestra como una valiosa herramienta para conocer a fondo el impacto de las sustancias activas biocidas durante todo su ciclo de vida, una vez liberadas en los compartimentos mediambientales. El proyecto europeo Combase trabaja en el desarrollo de una solución que permita predecir los efectos tóxicos de estos productos químicos, no sólo en su fase de vida útil sino también en los posteriores procesos de degradación.
Hacia un uso sostenible de los productos biocidas
Cada vez más, la legislación europea tiende a establecer un uso sostenible de los productos biocidas, que por una parte son necesarios para el control de determinados organismos nocivos, pero por otra resultan potencialmente dañinos para otros organismos no diana, incluidos humanos, y el medioambiente.
De hecho, estos riesgos "colaterales" asociados al uso de biocidas todavía no están suficientemente investigados en la mayoría de los productos del mercado europeo.
Por ejemplo, en la fase de vida útil, cuando se liberan biocidas en los diferentes compartimentos medioambientales (suelo, aguas superficiales, aguas subterráneas y aire), las sustancias activas que contienen experimentan una serie de reacciones de degradación, que generan metabolitos que podrían diferir significativamente de los compuestos progenitores en términos de toxicidad asociada.
En este contexto, son necesarias nuevas herramientas para la identificación y sustitución de aquellos biocidas preocupantes a nivel ecotoxicológico, bajo una perspectiva de su ciclo integrado de vida.
La toxicologia computacional es una de ellas. Esta subdisciplina de la toxicología utiliza matemáticas, estadística, química y modelos computacionales para predecir los efectos tóxicos de los químicos sobre la salud humana y el medioambiente.
En el ámbito de los biocidas, la toxicología computacional despierta un creciente interés por diversas razones. Entre ellas, promover el uso sostenible de los biocidas y encontrar herramientas para facilitar los procesos de solicitud de autorización de estos productos, especialmente a las PyMEs, cumpliendo con las directrices marcadas por el Reglamento de Productos Biocidas 258/2012, como son los exhaustivos estudios de toxicidad de las sustancias biocidas o el uso de métodos alternativos a los ensayos con animales.
Proyecto LIFE COMBASE
Una iniciativa que potencia la aplicación de la toxicología computacional en el sector biocidas es el Proyecto europeo LIFE-COMBASE, que está siendo desarrollado durante tres años por un consorcio internacional coordinado por la empresa española INKOA.
El objetivo principal de este proyecto es promover el uso sostenible de las sustancias activas biocidas, desde una perspectiva de su ciclo de vida, mediante la implementación de un sistema de información on-line, basado en toxicología computacional, que integrará modelos predictivos de los efectos tóxicos asociados a sustancias biocidas para cuatro niveles tróficos: bacteria, alga, crustáceo y pez.
La herramienta permitirá predecir los metabolitos, productos de degradación y reacción que se generan a lo largo del ciclo de vida de las sustancias activas, y sus efectos eco-toxicológicos, además de aquellos asociados a los compuestos originales. Una información que permitirá identificar biocidas con una ecotoxicidad crítica y promover su sustitución.
Su aplicación será también relevante para la industria, ya que permitirá realizar simulaciones sobre el potencial de ecotoxicidad de nuevos productos químicos candidatos a ser autorizados, ya antes de su síntesis, de manera segura, libre de residuos y respetuosa con el medio ambiente.
Se espera que los resultados del proyecto contribuiran especialmente a cumplir con el Reglamento de Biocidas, especialmente respecto al principio de precaución (teniendo en cuenta los metabolitos de interés ecotoxicológico), la promoción de sustancias de bajo riesgo (según su perfil ecotoxicológico) y la reducción de los ensayos con animales para demostrar la seguridad de nuevos compuestos químicos, un hecho que requiere mucho tiempo y tiene un alto coste, además de plantear cuestiones éticas.
La disponibilidad de este nuevo método permitiría el cribado de muchos productos químicos de forma simplificada y ayudaría, especialmente a las PYME, a identificar metabolitos de interés ecotoxicológico para facilitar el registro de biocidas en el marco del Reglamento 258/2012.
En estos momentos se está recopilando la información ecotoxicologica que será la base para el desarrollo y optimización de los modelos. Asimismo, se están definiendo los requisitos y especificaciones de la herramienta, mediante el contacto con empresas, potenciales usuarias de la misma, así como con los agentes regulatorios.
Por otra parte, dentro de las acciones de diseminación del proyecto previstas, se está perfilando el programa del primer workshop del proyecto, previsto en Octubre 2017 en Bergamo, Italia.
Fuente: www.life-combase.com/index.php/en/news-and-events, INKOA
