Durante estas navidades en la población leridana de València d'Àneu se dio una curiosa circunstancia: 70 vecinos, aproximadamente el 65% de la población, se vió afectada por un brote de gastroenteritis. Dos de ellas tuvieron que ser hospitalizadas.
Días después se ha sabido que dicho brote se debió a un tratamiento deficiente de las aguas, concretamente en el proceso de cloración, lo que provocó la propagación de la bacteria shigella, proviniente de aguas residuales de origen humano. Los síntomas que provoca esta bacteria son diarreas, vómitos y fiebre, y su efecto puede durar incluso una semana. La shigella puede propagarse por simple contacto entre los humanos, lo que puede beneficiar una propagación muy rápida.
Al parecer, el problema con la cloración insuficiente pudo ser debido a las bajas temperaturas, que estropearon el dispositivo que realiza la operación después de tomar las aguas del rio Valira.