Pautas para mantener una buena calidad del aire en las escuelas

Pautas para mantener una buena calidad del aire en las escuelas

cai escuelasMás de uno de cada tres niños en Europa tiene asma bronquial o alergia, y la tasa de dolencias respiratorias aumenta año tras año, sobre todo en Europa Central y Oriental y en el sudeste de Europa. En este contexto, la UE ha financiado el proyecto SINPHONIE, que evalúa la calidad del aire interior en las escuelas de 25 paises europeos, y que acaba de publicar sus conclusiones.

 

 

Escuelas: Un ambiente interior particularmente delicado

En los dias de escuela, más de 64 millones de estudiantes europeos y casi 4,5 millones de maestros estan afectados por la calidad del aire que respiran en el interior de sus escuelas.

Los niños son más vulnerables que los adultos frente a los efectos de la contaminación del aire, ya que respiran un mayor volúmen de aire en relación con su peso corporal, y su sistema inmunitario todavia no está maduro. Una calidad deficiente del aire interior en las escuelas puede afectar a los niños en su salud, su crecimiento o su rendimiento escolar. Los niños asmáticos son excepcionalmente sensibles a los efectos de una mala calidad del aire.

El proyecto europeo SINPHONIE (Schools Indoor Pollution and Health – Observatory Network in Europe) ha investigado la calidad del aire interior en las escuelas de la UE y desarrollado pautas para mantener una buena calidad del aire, que contribuyan a crear entornos escolares más saludables en Europa.

Contaminación del aire en las escuelas

Las principales fuentes de contaminación del aire en las escuelas son los materiales de construcción y decoración, los muebles, sustancias relacionados con las actividades desarrolladas en estos entornos (como los productos de limpieza, pinturas, pegamentos) y la generación de humedad y CO2. También el aire exterior, con contaminación industrial o por el tráfico, es un factor importante que contribuye a deteriorar la calidad del aire interior.

Contaminantes interiores comunes en escuelas son la materia particulada, el dióxido de nitrogeno, los compuestos orgánicos volátiles (COV), el formaldehido, agentes biológicos como alérgenos (de ácaros, gatos, perros, cucarachas y hongos), mohos, virus y bacterias. Estos contaminantes del aire pueden encontrarse en las clases, a veces en concentraciones elevadas, y a menudo mayores que en el exterior.

Como resultado de una calidad del aire interior pobre en las escuelas pueden aparecer molestias, irritación, problemas de salud a corto y largo plazo, pueden agravarse problemas de salud ya existentes, como el asma y las alergias, pueden propagarse enfermedades infecciosas, reducirse la productividad de alumnos y maestros, y aumentar el absentismo.

Pautas para mantener una buena calidad del aire en las escuelas

En el proyecto se desarrollaron unas directrices específicas para promover un enfoque preventivo y rentable para controlar la calidad del aire interior en los entornos escolares, que abarcan aspectos como la limpieza, ventilación, calefacción, el uso de equipos, asi como requisitos estructurales para los edificios escolares. También contienen consejos específicos para la creación de un ambiente sano en las aulas, laboratorios de ciencias, gimnasios, comedores escolares, vestuarios y zonas de recreo.

Establecen cinco categorias de medidas aplicables:

  • Aumentar la sensibilización
    La higiene interior puede mejorar enormemente educando al personal docente, personal de limpieza, padres y alumnos sobre las buenas prácticas de higiene y las características de determinados productos de la construcción. Evitar el fumar en las escuelas es fundamental.
  • Los procedimientos de limpieza y su frecuencia
    Una limpieza básica implica un menor gasto y contribuye a la prevención de la propagación de enfermedades infecciosas. Se debe tener cuidado en lo que respecta a los productos de limpieza utilizados, escoger aquellos menos contaminantes (marcados con una etiqueta ecológica). Asimismo, las tareas de limpieza deben realizarse después de las actividades escolares y no justo antes de éstas.
  • Uso de productos y materiales:
    Informarse y conocer qué materiales de construcción, muebles y otros productos utilizados en las reformas o mantenimiento del edificio, contienen y emiten ciertos contaminantes, es básico a la hora de tomar decisiones para evitar su uso y/o sustituirlos por otros que no deterioren la calidad del aire interior y reduzcan los riesgos para la salud. Por ejemplo, las pinturas en base a agua o los barnices con un bajo nivel de contaminantes.
    Después de realizar reformas, es habitual un incremento temporal de los niveles de COV, que puede reducirse con el uso de materiales apropiados y de un incremento de la ventilación.
  • La ventilación:
    Una buena ventilación en las aulas reduce las concentraciones de CO2 en el aire interior, mejorando la capacidad de los niños para concentrarse y aprender. Ya sea mediante la apertura de las ventanas (antes de empezar la jornada y durante las pausas) o por un sistema mecánico cuando sea necesario, una buena ventilación disminuye la concentración de contaminantes en el aire y previene la formación de moho.
  • Intervenciones técnicas:
    Los nuevos edificios escolares y las reformas de partes de las escuelas ya existentes pueden diseñarse poniendo una especial atención a la higiene en los interiores y en una ventilación adecuada.

 

Más información en: sinphonie

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