El amianto está relacionado con el 78% de los cánceres ocupacionales en la UE, donde provocó la muerte de 70.000 trabajadores en el 2019. En su objetivo de garantizar un futuro libre de amianto, el pasado mes de septiembre la Comisión Europea presentó un enfoque integral para proteger mejor a las personas y al medio ambiente frente a este agente cancerígeno.
Amianto y la renovación energética de los edificios
La exposición medioambiental y laboral al amianto, o asbesto, contribuye significativamente a la elevada carga de cáncer en Europa. El 78 % de los cánceres profesionales y el 88 % de los cánceres de pulmón profesionales en la UE están relacionados con este material. Aunque esto se debe principalmente a la exposición al amianto relacionada con el trabajo en el pasado, confirma sus graves consecuencias y la necesidad de actuar.
Proteger a la población frente a la exposición al amianto es cada vez más urgente, a medida que la UE implementa el Pacto Verde Europeo, que incluye la ambición de duplicar la tasa anual de renovaciones energéticas de los edificios para 2030. Antes de la prohibición del amianto en el 2005 se construyeron más de 220 millones de edificios en Europa, por lo tanto, es probable que una parte importante del parque de edificios actual contenga amianto.
Acelerar la tasa de renovación de edificios podría aumentar significativamente el número de personas expuestas a los riesgos para la salud relacionados con el asbesto, ya que durante los trabajos de renovación el amianto presente en los edificios podría liberarse. Se espera que el número de trabajadores expuestos, que actualmente se encuentra entre 4,1 y 7,3 millones, aumente un 4 % anual durante los próximos 10 años.
En este contexto, el pasado mes de septiembre la Comisión Europea adoptó una Comunicación con un enfoque integral para proteger la salud pública frente al asbesto y presentó una propuesta legislativa sobre la protección de los trabajadores, por la que se modifica la Directiva 2009/148/CE sobre la exposición al amianto durante el trabajo. Su objetivo es actualizar los valores límites permitidos vigentes de exposición al amianto durante el trabajo, sobre la base de los últimos avances científicos y técnicos.
Un limite de exposición ocupacional diez veces menor
La Comisión ha adoptado una propuesta legislativa para reducir significativamente el límite de exposición ocupacional (OEL) existente para el amianto de 0,1 fibras por centímetro cúbico (f/cm³) a 0,01 f/cm³, 10 veces menos que el valor actual. Se espera que la revisión del OEL para el amianto conduzca a una mayor armonización de los valores límite en toda la UE y a mejores condiciones de trabajo, también para el número significativo de trabajadores desplazados en el sector de la construcción.
Para proteger a los trabajadores es importante utilizar los métodos científicamente más actuales para medir la concentración de fibras en el aire, lo que permite una evaluación precisa de los riesgos y, en consecuencia, una mejor protección. Aunque el método más utilizado en la actualidad es la microscopia de contraste de fases (PCM), la evidencia científica sugiere que un método basado en la microscopía electrónica podría proporcionar un recuento más preciso de las fibras y resultar en mejores medidas de protección. Por lo que se propone sustituir una tecnologia por la otra, con un período de adaptación.
Transparencia sobre la existencia de amianto en los edificios
La principal amenaza que representa el amianto para la salud humana se produce cuando se alteran los materiales que lo contienen, ya que las fibras pueden liberarse en el aire y posteriormente inhalarse. Dado que el asbesto se encuentra principalmente en los materiales de construcción, y estos materiales están sujetos a cambios sustanciales durante los trabajos de renovación, la construcción merece una atención especial al desarrollar medidas de protección.
Uno de los principales retos es la falta de conocimiento sobre si los edificios contienen este material. Encontrar amianto de forma inesperada durante las obras de renovación puede dar lugar a la liberación accidental de fibras, un riesgo potencialmente grave para los trabajadores, habitantes y vecinos. Para renovar de forma segura el parque de edificios de Europa, con el fin de alcanzar la neutralidad climática, se considera necesario implantar una evaluación exhaustiva previa de los edificios que podrían contener amianto e identificar en qué puntos la renovación podría representar una amenaza para la salud.
A pesar de que actualmente ya es obligatorio evaluar el riesgo de exposición al amianto antes de que comiencen las obras de renovación, las estrategias de detección, registro y eliminación del material varían mucho de un Estado miembro a otro, por lo que la Comisión presentará una propuesta legislativa sobre la inspección y eliminación obligatorias del asbesto en los edificios. La propuesta legislativa podría además considerar la obligación de examinar y registrar la presencia de amianto en los edificios cuando se realizan transacciones económicas (por ejemplo, antes de la venta o el alquiler) y/o en otros momentos cruciales en el ciclo de vida de un edificio.
Finalmente, la CE busca también garantizar la eliminación segura del amianto, para lo que revisará el Protocolo de Gestión de Residuos de Construcción y Demolición de la UE y lanzará un estudio para identificar las prácticas de gestión de residuos de asbesto y nuevas tecnologías de tratamiento.
Fuente: Comisión Europea