Conocer en tiempo real los contaminantes que se encuentran en el aire a nuestro alrededor aportaria grandes ventajas para la salud y el bienestar, especialmente en el caso de personas con afecciones respiratorias. Un sensor químico portátil en desarrollo en EEUU podrá detectar, de forma inmediata y económica, la presencia de contaminantes químicos en el aire.
Conocer el aire que respiramos
Este nuevo desarrollo tecnológico, elaborado por la empresa estadounidense Chemisense, podría ayudar a las personas con afecciones respiratorias, y a aquellas que viven en zonas altamente contaminadas, a llevar un control de la exposición.
La tecnología, basada en sensores, envía la información recogida a una aplicación para smartphone, que muestra los niveles de contaminantes en el entorno inmediato y también permite trazar el seguimiento de la exposición a estos compuestos a través del tiempo.
La empresa también planea incorporar datos de usuarios, obtenidos mediante crowdsourcing, para poder detectar lugares en los que se hayan identificado determinados compuestos.
La idea es fabricar una pulsera utilizando polímeros tratados con nanopartículas cargadas de carbono, para que los polímeros se hinchen en presencia de ciertos vapores químicos, cambiando la resistencia de un circuito.
El desarrollo ya puede detectar casi una docena de productos químicos y compuestos, entre ellos el benceno, hexeno, dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono, y se está trabajando para poder detectar otros 19.
Retos por asumir son todavía afinar la sensibilidad de los sensores hasta poder de detectar cientos de partes por cada mil millones de una serie de compuestos y optimizar la capacidad del sensor para detectar y medir las diferentes sustancias químicas cuando varios contaminantes estan presentes al mismo tiempo en el ambiente.
La compañía planea vender una pulsera de 150 dólares dirigida a los casi 7 millones de niños con asma en EEUU, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, para ayudarles a identificar los lugares y los contaminantes que tienden a provocarles ataques, y a hacer un seguimiento de su exposición a la contaminación.
Fuente: Technology Review
