El Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales OSALAN trabaja en la elaboración de un censo de los trabajadores expuestos o potencialmente expuestos al amianto, que les aportaría ciertas garantias y que ayudaría a implantar una serie de políticas de prevención y control concretas en las empresas.
Según el Instituto de Salud Carlos III hasta el 12% de los cánceres en Euskadi cuentan con un origen profesional, y los trabajadores de esta comunidad tienen mayores posibilidades de padecer un cáncer de pulmón, boca o laringe, debido, sobre todo, a su larga vinculación con la industria pesada: los astilleros, los altos hornos, y la automoción, entre otros sectores.
Detectar el amianto y aumentar la prevención y el control
OSALAN está ahora a punto de hacer realidad un registro oficial de trabajadores expuestos al amianto, que, una vez implantado, actuará como censo oficial con carácter autonómico y del que se derivaran una serie de obligaciones de control y prevención para las empresas.
Según OSALAN el registro ayudará a prevenir nuevos casos de enfermedades asociadas al amianto al ampliar el control sanitario regular a más trabajadores, una cifra que actualmente se sitúa en 5.000 personas y que se sospecha que es mucho mayor, y al sistematizar la monitorización de sus revisiones periódicas y el tratamiento, en su caso, de las enfermedades relacionadas con el amianto.
El registro es un paso más en el control que OSALAN ya realiza sobre las empresas relacionadas con este material cancerígeno y sobre las personas que tienen o han tenido contacto con él.
Ayudas a las empresas para detectar asbesto en sus dependencias
El Gobierno analiza si la regulación del registro permitirá obligar a las empresas a comunicar la presencia o la sospecha de presencia de amianto en sus instalaciones, como paso previo a la elaboración de un mapa interno de los lugares en los que está presente dentro de sus instalaciones.
"Estamos viendo la posibilidad de establecer una línea de financiación para ayudar a las empresas a realizar ese trabajo de creación del mapa interno", asegura Pilar Collantes, directora de OSALAN. Asimismo, las empresas dispondrán de ayudas económicas para comprobar si tienen asbesto en sus dependencias.
Con este mapa resultaría mucho más sencillo aplicar la prevención a los trabajadores, de manera que se podrían efectuar revisiones médicas a los colectivos que tienen mayores posibilidades de haber estado o seguir estando en contacto con ese material.
Fuente: El País