A pesar de que numerosos países en la región europea han prohibido el uso del amianto, la OMS estima que uno de cada tres europeos puede estar expuesto a este material cancerígeno, ya sea en el entorno laboral, donde el amianto es responsable de la mitad de las muertes por cáncer, o en el ambiente.
El amianto es sin duda uno de los grandes contaminantes ambientales de las últimas décadas. Podemos encontrarlo en el rincón más inesperado y en materiales diversos, formando parte de nuestro entorno habitual. También, en 15 paises de la Región Europea de la OMS, todavía existen trabajadores expuestos en sus lugares de trabajo a las fibras de éste mineral, que al ser inhaladas pueden originar procesos patológicos en las vias respiratorias, como asbestosis, cáncer de pulmón o mesotelioma.
El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) "Progress toward the elimination of asbestos-related diseases" recoge el seguimiento del compromiso adquirido por países europeos en la Conferencia de Parma (2010) de desarrollar programas nacionales para eliminar las enfermedades relacionadas con el amianto en la Región Europea de la OMS.
El informe indica que el amianto, o asbesto, es uno de los carcinógenos ocupacionales más importantes, responsable de la mitad de muertes por cáncer desarrollado en el trabajo, y estima que las muertes por mesotelioma (cáncer en el mesotelio) en 15 países europeos representan un coste de más de 1,5 billones de euros anualmente.
Mientras que 38 de los 53 países de la región han prohibido el uso de todas las formas de asbesto, los 15 restantes (Albania, Andorra, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, República de Moldova, Federación de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán) todavía utilizan el crisotilo o amianto blanco, especialmente para materiales de la construcción, y algunos siguen produciéndolo y exportándolo. Cerca de un tercio de los 900 millones de personas de la Región Europea de la OMS viven en países en los que el amianto todavía no ha sido prohibido.
En los países en que ha sido prohibido y no se utiliza, el amianto persiste en el ambiente y las personas pueden seguir expuestas a materiales que lo contienen, especialmente al manipularlo, transportarlo o depositarlo. Se le conoce como el "asesino silencioso", ya que los problemas de salud asociados al amianto pueden permanecer latentes y aparecer después de décadas. Esto significa que, muy probablemente, mucha más población enfermará y morirá víctima del amianto en los próximos años en Europa.
"Las muertes causadas por el amianto son evitables", afirma Zsuzsanna Jakab, directora regional de la OMS para Europa. Al no existir un nivel seguro de exposición al amianto y el riesgo de cáncer se incrementa incluso con niveles bajos de exposición, la manera más eficiente para eliminar las enfermedades relacionadas con este material es detener el uso de todas las formas de asbesto. En sus diversas aplicaciones, el amianto puede sustituirse por materiales alternativos más seguros, que, de acuerdo a conocimientos científicos, suponen menos riesgo para la salud.
Otras conclusiones del estudio son la necesidad de aumentar la información sobre los riesgos del amianto en todos los sectores de la sociedad, incluidos los profesionales de la salud y el público en general, asi como potenciar la formación de los trabajadores empleados en la demolición, reconstrucción y renovación de edificios, para realizar una manipulación correcta y segura de materiales y desechos que contengan amianto.
Progress toward the elimination of asbestos-related diseases, OMS, 2015.
Fuente: OMS