Hacia el final del verano de cada año, las orugas de procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) comienzan a hacer sus bolsones en los pinos, cuyas acículas serán su alimento durante el otoño e invierno, hasta que en primavera salgan de sus nidos y bajen al suelo en su característica y peligrosa “procesión”, soltando pelillos urticantes que produce graves inflamaciones en personas y animales. Sanitrade nos explica posibilidades de tratamiento contra esta plaga.
Alternativas de tratamiento contra la Procesionaria del Pino
Los daños que estos lepidópteros producen tanto en la salud humana y animal como en el arbolado (defoliación de los pinos) hacen que sea necesario luchar contra esta peligrosa y extendida plaga. Y la forma más eficaz es eliminar las larvas en otoño, cuando éstas crecen dentro de los bolsones.
Los métodos tradicionales de lucha han sido la retirada de bolsones con métodos físicos, como pinzas-tijeras, con el consiguiente peligro para el cortador y la posibilidad de que rehagan el bolsón, o el fomento de depredadores naturales, con grandes limitaciones prácticas y medioambientales.
Por eso se desarrollaron métodos insecticidas con sus ventajas y desventajas. Al ser la procesionaria del pino una plaga del arbolado es importante tener en cuenta las implicaciones medioambientales en la lucha, y en especial el Real Decreto de Uso Sostenible de Fitosanitarios, cuyo objetivo es la reducción de los riesgos y los efectos del uso de los productos fitosanitarios en la salud humana y el medio ambiente:
Endoterapia (Ynject) – Consiste en la inyección de insecticida (abamectina) dentro del árbol mediante una botella autopresurizada y una cánula.
Es eficaz en cualquier estadio larvario y tiene persistencia prolongada, de forma que sólo hace falta 1 inyección al año.
Al eliminarse la pulverización se elimina el riesgo para el aplicador y para las personas y animales.
Al ser introducido el insecticida directamente dentro del árbol, éste se distribuye por el sistema vascular “envenenando” las acículas que son el alimento de las larvas. De esta manera mata únicamente las larvas de procesionaria, y respeta la fauna y flora, incluidas las abejas, cumpliendo así con el Decreto de Uso Sostenible de Fitosanitarios.
Por último, y no menos importante, al ser un método de inyección a baja presión y alto volumen no daña al árbol.
Pulverización con diflubenzurón – Este insecticida ha sido utilizado durante años mediante pulverización a la copa o incluso por pulverizaciones aéreas. Desde hace años es ampliamente controvertido por su importante impacto medioambiental: tiene nula capacidad selectiva y larga persistencia, afectando a otros animales no objetivo. Su uso es cada vez más restringido por estas razones.
Pulverización con Bacillus thurigiensis kurstaki – Desde hace años está sustituyendo al diflubenzurón en aplicaciones por pulverización tanto terrestres como aéreas. Este insecticida es selectivo y por tanto más respetuoso con la fauna y la flora, pero sólo es eficaz en los primeros estadios larvarios de las 5 fases de la larva, por lo que, si no se realiza el tratamiento muy al principio del desarrollo, su eficacia será limitada. Su persistencia es baja, por lo que hay que acertar con el momento preciso de la aplicación o repetir el tratamiento.
A la hora de decidirnos por un método de tratamiento es importante tener en cuenta los aspectos de eficacia, seguridad para quienes realizan el tratamiento, la seguridad para las personas y animales, y por supuesto, los efectos medioambientales.
En SANITRADE valoramos todos esos aspectos y recomendamos los tratamientos de endoterapia Ynject por eficacia, seguridad para las personas y los animales, respeto por el medioambiente y ahorro en fitosanitario. Puede encontrar más información sobre tratamientos contra procesionaria del pino en www.sanitrade.es