El cangrejo rojo o cangrejo americano empezó a introducirse en España en los años sesenta del siglo pasado con el objetivo de producirlo para su introducción en el mercado de la alimentación. No obstante, los primeros intentos no tuvieron demasiado éxito y no fue hasta 1973 cuando una partida introducida desde el estado norteamericano de Louisiana empezó a reproducirse según los deseos de sus introductores.
Más de 40 años después de esos primeros intentos poco afortunados, la realidad es bien distinta. El cangrejo americano es un gran depredador y no tiene a su vez depredadores naturales que mantengan su población controlada, con lo cual su proceso reproductivo no tiene contrapartidas y la población no ha parado de crecer en todos estos años hasta niveles que en algunos casos representan un problema: desaparición de las especies autóctonas, problemas para los agricultores en los arrozales, desaparición de especies vegetales a causa de los túneles que el cangrejo excava para vivir, etc.
El último caso de plaga de cangrejo americano se ha dado en Barcelona. Según informaba el periódico Avui en su edición del miércoles, el lago del parque Diagonal Mar de la capital catalana está lleno de estos ejemplares, y su número va en aumento día a día (aunque hay quien dice que esto no es así, puesto que la gente ya está empezando a pescarlos para su propio consumo). Al parecer, algún vecino llevó hasta allí algunos ejemplares, no se sabe si por negligencia o para tener "su propia piscifactoría".
En Barcelona los responsables de parques y jardines ya han afirmado que será necesario vaciar el lago en otoño para terminar con sus nuevos habitantes, pero esta solución no es tan fácil de llevar a cabo en otros lugares afectados. Pensamos, por ejemplo, en el Delta del Ebro.