Las Clarisas de la Villa (Asturias) tuvieron que dejar temporalmente el convento que la congregación ocupa desde el año 1717 a causa de una dañina plaga de carcoma. Este exilio involuntario duró un mes y, aunque las religiosas ya han vuelto a casa, al parecer no ven por ahora acercarse el momento de la solución.
El problema salió a la luz cuando se contrató la renovación de todo el sistema eléctrico. Al quedar al descubierto las vigas se pudo comprobar su penoso estado y cómo la acción del insecto había hecho mella en la estructura. A raíz de ello la congregación contrató los servicios de una empresa de control de plagas y se ha realizado una primera fase de tratamiento cuya inversión ha supuesto un desembolso de 6.000 euros. Está previsto que deban llevarse a cabo todavía una o dos fases más.
El problema es grave para la comunidad, ya que no sólo afecta a su lugar de residencia sino también al que les sirve de sustento económico. Las monjas son autosuficientes gracias a su taller de costura, y en estos dos últimos meses no han podido trabajar porque el espacio se encuentra impracticable. Según dicen, por este concepto han dejado de ingresar casi 5.000 euros. Ante esta situación, desde el ayuntamiento se están planteando organizar una colecta popular que las ayude a salir del atolladero.
Fuente: La Nueva España.