La plaga de medusas que asola nuestras costas es un problema para la salud de los bañistas, pero también para la pesca, para el propio ecosistema y para el turismo de playa en general.

Lógicamente, el incremento de los casos de picaduras de medusa provoca una disminución de la afluencia a las playas, y si los turistas no pueden bañarse en un lugar se van de vacaciones a otro donde no exista ese problema. Es lo que se desprende de las declaraciones realizadas hace unos días en el castillo de Moraira por la bióloga marina Raquel Maestre, que habló de cierto malestar entre algunos de los ayuntamientos costeros de la zona del levante español.

Raquel Maestre realizó estas declaraciones en una conferencia en el marco de las actuaciones que está realizando el Ministerio de Medio Ambiente, llamado Plan verano y del que hablamos hace unos días.

Fuente: Levante-emv.