Cuáles son los errores más comunes en el control de niveles químicos en piscinas?

Cuáles son los errores más comunes en el control de niveles químicos en piscinas?

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El control químico en piscinas implica la medición y ajuste constante de parámetros clave del agua, como el pH, el cloro libre y combinado, la alcalinidad, la dureza o la turbidez. Vamos a ver algunos de los errores más comunes que pueden producirse en esta operación de mantenimiento, que debe realizarse de forma periódica en toda piscina pública.

 

Control químico en piscinas: errores comunes

Mantener el control de los niveles químicos del agua en piscinas es importante para garantizar la seguridad sanitaria, el confort de las personas usuarias y la durabilidad de las instalaciones. Es por esto, que ésta es una de las operaciones básicas de mantenimiento que se realizan de forma rutinaria en todas las piscinas de uso público, en el marco del obligado programa de autocontrol específico de cada piscina.

Por ejemplo, mantener el cloro libre y el pH en rangos óptimos asegura la eliminación eficaz de bacterias, virus y otros agentes patógenos, previniendo infecciones, o mantener un pH equilibrado y niveles adecuados de alcalinidad y dureza evitan la corrosión de tuberías, filtros y revestimientos, y previenen la formación de incrustaciones.

Hoy vamos a ver algunos de los errores más comunes que pueden suceder al llevar a cabo el control de los niveles químicos en piscinas públicas, que suelen derivarse de fallos en la medición, los productos, equipos y procedimientos utilizados o falta de formación adecuada del personal.
 

control quimico en piscinas

1. Uso de reactivos caducados o mal conservados

En el análisis del agua de piscinas se utilizan distintos reactivos químicos específicos, según el parámetro que se desea medir. Estos reactivos tienen fecha de caducidad y deben almacenarse fuera de la luz solar y el calor.

Medir con productos inadecuados, caducados, contaminados o almacenados incorrectamente puede dar lugar a resultados falsos.

Recomendación: De acuerdo al RD 742/2013, los kits usados en los controles del agua de la piscina, deben cumplir con la norma UNE-ISO 17381 «Calidad del agua. Selección y aplicación de métodos que utilizan kits de ensayo listos para usar en el análisis del agua» u otra norma o estándar análoga que garantice un nivel de protección de la salud, al menos, equivalente. Consultar siempre la fecha de caducidad y la etiqueta de los productos químicos utilizados en las mediciones y seguir las instrucciones del fabricante.
 

2. Equipos de medición sin calibrar o con mal funcionamiento

Fotómetros, medidores de pH y otros instrumentos requieren calibración, verificación y mantenimiento regular; de lo contrario, las lecturas pueden ser inexactas. Los resultados incorrectos de las mediciones en el control químico del agua tiene implicaciones directas en la seguridad sanitaria y en el cumplimiento normativo.

Recomendación: Calibrar los instrumentos de medición según la frecuencia recomendada por el fabricante para asegurar su precisión y evitar errores sistemáticos
 

3. Falta de capacitación del personal

Personal incorrectamente formado puede cometer errores en la toma de muestras, en el uso de equipos de medición, en la interpretación de resultados o en la manipulación de los productos químicos.

Este error compromete directamente la correcta aplicación de los tratamientos y el cumplimiento de la normativa.

Recomendación: La normativa nacional establece que el personal para la puesta a punto, el mantenimiento y la limpieza de los equipos e instalaciones de las piscinas debe contar con la formación requerida y necesaria para la actividad que desempeña dentro del mismo, siempre y cuando sean actuaciones operativas y que pudieran incidir sobre la calidad del agua de la piscina. El/la técnico/a que realiza el control químico del agua debe estar formado, entre otros aspectos, en las técnicas analíticas a utilizar, la interpretación de resultados, los límites normativos, los factores que pueden afectar la medición y el uso seguro de los productos químicos. 
 

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4. No seguir los procedimientos correctos de muestreo

El titular de la piscina debe disponer de los procedimientos escritos de los métodos de análisis in situ utilizados para la cuantificación de los parámetros y los límites de detección o de cuantificación.Tomar muestras en lugares o momentos inadecuados, alterar el orden cronológico de los procesos o utilizar incorrectamente los materiales y utensilios al realizar las peraciones de control químico del agua es otro error que puede llevar a resultados no representativos. 

Recomendación: Seguir los protocolos escritos y detallados para la toma de muestras, la dosificación y el análisis. ¡Siempre evitar las improvisaciones!
 

5. No registrar adecuadamente los resultados y acciones

La falta de documentación dificulta el seguimiento y la corrección de desviaciones en los parámetros químicos. Registrar cuidadosamente todos los datos y observaciones durante el proceso facilita la detección de tendencias o desviaciones y permite comparar resultados anómalos con registros previos si es necesario.

Recomendación: La normativa establece que el titular de la piscina debe registrar los datos relativos al autocontrol y situaciones de incidencias e incumplimiento, con las medidas correctoras adoptadas, preferentemente en soporte informático. Anotar cada resultado y acción realizada es clave para poder realizar un seguimiento y descartar errores puntuales o sistemáticos.
 

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6. Interpretación incorrecta de los resultados del control químico en piscinas

No conocer los intervalos de referencia o interpretar mal los valores puede llevar a decisiones inadecuadas sobre el tratamiento del agua. 

Este error ocurre cuando el personal técnico lee mal, interpreta de forma equivocada o actúa incorrectamente sobre los datos obtenidos.

Recomendación: El personal debe tener la formación requerida y necesaria para la actividad que realiza.
 

7. No ajustar los parámetros tras añadir agua nueva

Si se rellena la piscina y no se reequilibran los niveles químicos, se puede perder la eficacia del tratamiento y poner en riesgo la seguridad de los bañistas.

Al añadir agua nueva (por evaporación, limpieza de filtros, renovación parcial, etc.) y no realizar una corrección de los parámetros, se altera el equilibrio químico del agua, lo que puede afectar, entre otros, aspectos a la eficacia de la desinfección del agua.

Recomendación: El control y ajuste de los niveles químicos, inmediato si es necesario,  puede evitar grandes problemas posteriores: corrosión, turbidez, proliferación microbiana, fallos del sistema o quejas de usuarios. En el caso de piscinas con sistemas automáticos, también se recomienda verificar que las sondas reaccionan correctamente ante los cambios químicos del agua.

 

En definitiva, aplicar controles rigurosos, capacitar al personal y mantener los equipos y productos en condiciones óptimas son esenciales para evitar estos errores y garantizar un control químico efectivo y seguro en piscinas públicas.

 

 

 

 

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