El objetivo común de los desinfectantes químicos es contener la propagación de patógenos, ya sea en manos, superficies o equipos, y reducir así el riesgo de infecciones. Sin embargo, no todos los desinfectantes son adecuados para todas situaciones. A la hora de seleccionar un desinfectante, el usuario debe tener en cuenta el espectro de actividad del desinfectante. 

Desinfectante químico y entornos higiénicos 

Los desinfectantes químicos son una pieza clave para mantener entornos higiénicos, especialmente en aquellas áreas sensibles como la industria alimentaria o los servicios sanitarios.

El objetivo de la desinfección es conseguir en la zona tratada una reducción de gérmenes adecuada para evitar la propagación de infecciones.

Es decir, a diferencia del proceso de esterilización, más complejo, en el que se eliminan todos los microorganismos, al desinfectar no se consigue una eliminación total pero se reduce la posible contaminación microbiológica hasta unos niveles aceptables, considerados seguros.

Los desinfectantes son productos biocidasy están regulados como tal, así que no hay que confundirlos con los productos de limpieza, que no persiguen un efecto biocida sino limpiar (eliminar de las superficies restos de materia orgánica o suciedad), incluidos los detergentes líquidos y en polvo y productos similares. 

No todos los desinfectantes son efectivos en todas las situaciones, por lo que a la hora de seleccionar el desinfectante adecuado, el usuario debe tener en cuenta el espectro de actividad del desinfectante.

¿Qué es el espectro de actividad? Este término describe la eficacia del desinfectante contra microorganismos específicos. Puede ser uno o varios tipos de microorganismos, como en el caso de los desinfectantes de amplio espectro de actividad, que pueden ser efectivos para eliminar bacterias, virus, etc.

¿Cómo saber cuál es espectro de actividad de un desinfectante? Esta información debe estar accesible en la etiqueta del producto y en su ficha técnica. 

Espectros de actividad desinfectante

Según el uso previsto del desinfectante y la contaminación esperada en el entorno a desinfectar, se requieren diferentes espectros de actividad, que pueden ser, entre otros:

• Bactericida: eficacia para destruir bacterias, por ejemplo, Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa
• Levaduracida: eficacia contra levaduras, p.e. Candida albicans.
• Micobactericida: eficacia contra las micobacterias atípicas, por ejemplo, Mycobacterium avium.

• Esporicida: eficaciacontra esporas de bacterias formadoras de esporas, como Clostridioides difficile.

• Fungicida: eficacia contra levaduras y hongos, por ejemplo, Candida albicans y Aspergillus brasiliensis.

• Viricida: los productos viricídas tienen diversos espectros de acción; eficacia contra virus, con envoltura y sin envoltura, los virus sin envoltura incluyen norovirus, rotavirus, adenovirus, etc. 

¿Qué espectro de actividad es adecuado para cada caso?

A la hora de seleccionar un desinfectante adecuado para un uso rutinario, o desinfección preventiva de superficies que son susceptibles de contaminarse con patógenos, se deben tener en cuenta varios aspectos.

En primer lugar se debe determinar y especificar el espectro de actividad requerido como parte de una evaluación de riesgos, teniendo en cuenta los microorganismos patógenos y/o organismos de descomposición que se esperan en la superficie a desinfectar. Por otra parte, se deben tener en cuenta la aplicación prevista y las condiciones de aplicación que se darán realmente en la práctica. Los desinfectantes para la desinfección rutinaria suelen ser, al menos, bactericidas y levuricidas.

En cambio, en caso de desinfección en presencia de patógenos específicos, el espectro de acción necesario dependerá del tipo de patógeno: si se trata de virus sin envoltura, los desinfectantes deben ser eficaces, además de bactericidas, levuricidas y viricidas limitados, contra los virus sin envoltura. 

El usuario dispone de diversas fuentes de información para seleccionar el desinfectante adecuado: las hojas de datos de producto, en las que los fabricantes proporcionan información sobre el espectro de actividad, las concentraciones de aplicación y los tiempos de actuación del desinfectante en cuestión.

También son importantes las hojas de datos de seguridad, que contienen información sobre la manipulación segura de los productos. ¡Es importante que siempre se respeten las condiciones de aplicación especificadas por el fabricante (concentración, tiempo de actuación, etc.)!