Primer sensor automático que detecta el deterioro en alimentos almacenados

Primer sensor automático que detecta el deterioro en alimentos almacenados

El primer sensor industrial automatizado de gases con espectroscopia láser, que detecta el deterioro de frutas y verduras almacenadas, podría mejorar la calidad de los alimentos y reducir el desperdicio alimentario. 

 

Detectar el deterioro en alimentos almacenados

El proyecto financiado con fondos europeos MAX-FRESH ha desarrollado el primer sensor automatizado, el Interactive Storage Sensor (ISS) Monitor, capaz de detectar y advertir simultáneamente y en tiempo real niveles bajos de gases volátiles que indican la maduración, la fermentación, el deterioro o la putrefacción de frutas y verduras almacenadas.

Una vez que se detectan condiciones desfavorables, el ISS-Monitor emite alertas automáticas que permiten intervenciones rápidas y efectivas. La nueva tecnologia podría reducir la pérdida de productos frescos almacenados hasta en un 50%, prolongar su vida útil en un 20 % aproximadamente y reducir los tratamientos químicos poscosecha hasta en un 50 %. 

MAX-FRESH consta de tres subsistemas: el radar Storex, el sensor ISS y la nube Autostore Data Manager (ADM).

El radar Storex, que incluye el software y el hardware necesarios para medir las salas de almacenamiento en momentos específicos, está conectado con el sensor ISS, que puede detectar ocho volátiles diferentes asociados con la calidad o el aroma de los alimentos: etileno, etanol, metanol, acetaldehído, acetato de etilo, acetato de metilo, 1-butanol y metano.

Los datos obtenidos se cargan en ADM Cloud, que los guarda, procesa y muestra en tiempo real o como tendencias, y también envía alertas a la interfaz de usuario del sistema o a las aplicaciones de dispositivos móviles.

deterioro en alimentos almacenados

Hacia una producción alimentaria más sostenible

El sistema completo se probó con éxito en una de las mayores instalaciones comerciales de almacenamiento de peras de Bélgica, donde se midieron los compuestos volátiles diariamente en varias salas de almacenamiento.

Sin embargo, aunque el sistema está técnicamente listo para implantarse, todavía deben realizarse pruebas más prolongadas en el tiempo. Por otra parte, en los próximos años se espera poder abaratar el coste del láser y la fibra, que representan hoy día el 70 % del precio del producto.

El sistema MAX-FRESH podría promover sustancialmente las ambiciones de la Unión Europea de lograr una producción alimentaria más sostenible. Y, a largo plazo, un mayor número de datos sobre los procesos biológicos que sufren las frutas y hortalizas durante su almacenamiento podría ayudar a desarrollar modelos predictivos de inteligencia artificial para implementar unas estrategias más sofisticadas.

 

 

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