La enfermedad de Lyme (EL) es una zoonosis causada por la bacteria Borrellia burdogferi, transmitida por garrapatas duras. A pesar de estar considerada una enfermedad emergente, de la alta presencia del vector y de la gran cantidad de reservorios animales existentes, la EL tiene una vigilancia muy irregular en España, está poco estudiada y se considera infradiagnosticada.
Enfermedad de Lyme y las garrapatas
La borreliosis de Lyme es la enfermedad transmitida por garrapatas más frecuente y extendida en Europa. En España, la garrapata dura autóctona Ixodes ricinus se considera el principal vector de esta zoonosis, producida por la bacteria Borrellia burdogferi.
Los reservorios silvestres más frecuentes son roedores, aunque pueden estar implicadas especies de mamíferos de mayor tamaño, mientras que el ser humano actúa como huésped accidental. El ciclo de la garrapata presenta cuatro fases: huevo, larva, ninfa y adulto. El mayor riesgo de adquirir la enfermedad se produce en primavera y en verano, coincidiendo con las fases más activas del vector.
La enfermedad de Lyme (EL) se considera una zoonosis emergente en España y está catalogada como Enfermedad de Declaración Obligatoria (EDO) de vigilancia endémica regional. Sin embargo, según un estudio publicado en el Boletín Epidemiológico Semanal del CNE, el conocimiento de la epidemiologia de la enfermedad es muy limitado y se deberia trabajar más en reforzar la vigilancia, las medidas preventivas y el control del vector.
Garrapata Ixodes ricinus hembra en la piel de un ser humano / Navaho
Aumento progresivo de hospitalizaciones
La EL es una enfermedad que, sin tratamiento adecuado, se cronifica y puede llegar a ser invalidante, con daños neurológicos, cardiacos y/o articulares agudos. Con el objetivo de obtener una aproximación de la situación de la enfermedad en España, investigadores del Instituto de Salud Carlos III realizaron un análisis descriptivo de los datos de pacientes hospitalizados con enfermedad de Lyme incluidos en el Registro de Atención Sanitaria Especializada (RAE-CMBD), entre 2005-2019.
Los datos obtenidos mostraron un aumento progresivo de hospitalizaciones en los últimos 15 años, que puede estar asociado a mayor presencia del vector debido a cambios climáticos, a modificaciones en la exposición por cambios en las actividades agroganaderas, a la presencia de una gran diversad de reservorios y/o a cambios en las rutas de aves migratorias. También es posible que las cifras reflejen un aumento en la sospecha clínica y el diagnóstico.
Durante el período analizado se registraron 1.865 pacientes con la enfermedad y un incremento de hospitalizaciones del 191,80% entre 2005 y 2019. La mayoria de casos hospitalizados fueron hombres (58,71%) mayores de 60 años (34,48%), siendo Asturias (16,38%) y Galicia (13,46%) las Comunidades Autónomas (CCAA) con más hospitalizados diagnosticados.
En el período analizado se observó un incremento generalizado de los ingresos en todas las CCAA, excepto en Extremadura donde disminuyeron, y una ampliación de la distribución territorial de la enfermedad.
El estudio está limitado a los casos hospitalizados y no incluye pacientes que sólo requirieron tratamiento ambulatorio, por lo que la aproximación a la incidencia de la enfermedad es difusa. En general, la falta de datos sobre la presencia y el patrón epidemiológico de la enfermedad de Lyme en la totalidad del territorio español impiden tener una imagen clara de su impacto en la salud pública.
Dado que la presencia del vector es alta en España y que existen abundantes reservorios animales, los autores de este estudio consideran justificada la necesidad de profundizar en el estudio de la EL y de instaurar un sistema de vigilancia, que contribuya a mejorar el conocimiento de su epidemiologia y facilite la comparativa con los datos de países del entorno mediterráneo.
Fuente: Carga hospitalaria de enfermedad de Lyme en España (2005-2019), Boletin Epidemiológico Semanal
