Según datos del ECDC, la resistencia de las bacterias a los antibióticos sigue siendo un problema grave para la salud pública en la UE. La resistencia a las cefalosporinas de tercera generación aumentan en E.coli y K.pneumoniae, asi como la resistencia combinada a las cefalosporinas y otros grupos antimicrobianos importantes. Un uso prudente de los antibióticos y un control exhaustivo de las infecciones son los pilares para prevenir la selección y transmisión de bacterias resistentes.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha publicado datos actuales sobre la resistencia bacteriana a los antibióticos en la UE, recogidos en 30 paises europeos.
Según los datos recogidos, la resistencia a los agentes antibacterianos o antibióticos sigue siendo una amenaza grave para la salud pública en Europa, que además lleva a un aumento en los costes sanitarios, a estancias hospitalarias prolongadas y a tratamientos ineficaces.
Durante los últimos 4 años (2009-2012) la resistencia a los antibióticos llamados cefalosporinas de tercera generación en las bacterias K. pneumoniae y E. coli ha aumentado significativamente a nivel europeo.
En el caso de K.pneumoniae, ha aumentado también la resistencia combinada a las cefalosporinas de tercera generación y dos otros grupos importantes de antimicrobianos: fluoroquinolonas y aminoglucósidos, lo que implica que quedan pocas opciones terapéuticas para el tratamiento de pacientes infectados.
Los antibióticos denominados carbapenems son el tratamiento de último recurso para curar infecciones por bacterias gram-negativas resistentes a múltiples fármacos, como K. pneumoniae y E. coli, dos de las causas más comunes de neumonía, infecciones de las vías urinarias e infecciones en el torrente sanguíneo. Sin embargo, el porcentaje de resistencia de K. pneumoniae ante este antibiótico es ya elevado y cada vez mayor en algunos países de la UE.
Curiosamente, y en contraste, en los últimos años ha disminuido el porcentaje de resistencia en Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) a nivel europeo. Sin embargo, el MRSA se mantiene por encima del 25% en casi una cuarta parte de los países que presentaron informes, principalmente en el sur y este de Europa.
El uso prudente de los antibióticos y estrategias de control exhaustivo de las infecciones en todos los sectores de la salud; hospitales, centros de cuidados a largo plazo y atención ambulatoria, serian, según EDCD, las bases para prevenir eficazmente la transmisión de bacterias resistentes a los antibióticos.
Fuente: ECDC
Summary of the latest data on antibiotic resistance in the European Union, November 2013