Mantener una correcta higiene del frigorífico y unas temperaturas adecuadas en su interior contribuye a prevenir intoxicaciones alimentarias, entre ellas la listeriosis. ¿Cómo limpiarlo y desinfectarlo? ¿A qué temperatura debe mantenerse? ¿Cómo evitar contaminaciones cruzadas?  

Recomendaciones de higiene para el frigorífico

 El frigorífico debe limpiarse y desinfectarse de forma regular, y muy especialmente cuando se produzcan derrames de alimentos en su interior. Bacterias como Listeria monocytogenes pueden crecer a temperaturas bajas, por lo que mantener la higiene del equipo es importante para la seguridad alimentaria.

Vamos a ver algunas recomendaciones:

• Las piezas desmontables, estanterias y cajones se deben extraer para limpiarlas y desinfectarlas, por ejemplo, con una disolución de lejía. Si lo hacemos en el lavavajillas, el lavado a altas temperaturas ya nos garantiza la desinfección. 
   
• El interior del frigorífico se limpia con un paño húmedo y jabón neutro para eliminar la suciedad superficial y posteriormente se desinfecta, siguiendo las instrucciones del fabricante o utilizando productos específicos para este fin.
  NO aplicar lejia concentrada directamente sobre las paredes, ya que podría dañarse la superficie y causar grietas que favorecen la proliferación de microorganismos.
  Si se utiliza una bayeta, debe desinfectarse antes con lejía o calor. Las bayetas pueden estar muy cargadas de bacterias y se corre el riesgo de propagarlas a las paredes de la nevera.
   
• Las piezas desmontables y el interior del frigorífico deben estar completamente secos antes de volver a colocar las piezas en su sitio.
   
• La parte exterior también debe mantenerse higiénica, especialmente la zona de las asas de apertura. Es ahí donde generalmente se concentra más contaminación debido a un mayor contacto con las manos, especialmente si abrimos la puerta de la nevera sin lavarlas previamente mientras estamos manipulando alimentos en la cocina.

Evitar contaminaciones cruzadas en el frigorífico

En el frigorífico se almacenan con gran proximidad alimentos de características muy diversas. Por esto, ¡atención a las contaminaciones cruzadas! 

Estas recomendaciones pueden ser de ayuda para evitarlas:

• El orden de colocación de los alimentos es importante
  Los alimentos a punto para consumir siempre deberian estar en la parte superior del refrigerador, mientras que en la zona inferior deberiamos colocar los alimentos por procesar para evitar derrames accidentales que causen contaminaciones cruzadas.
   
• Los alimentos parcialmente consumidos deben estar envasados o tapados
  Hay que evitar que los productos parcialmente consumidos que ponemos en la nevera queden destapados, utilizando envases con tapa, papel film o una termoselladora. 
   
• Retirar el exceso de embalaje de los alimentos (por ejemplo, el cartón alrededor de los yogures) para evitar la contaminación de los alimentos y del refrigerador por microorganismos que puedan encontrarse en estos cartones y plásticos. Esto también ayuda a que circule el aire frío.
   
• Evitar derrames de jugos de alimentos, que puedan contaminar otros alimentos refrigerados, y si se producen limpiarlos lo antes posible.
   
• Separar los distintos tipos de productos (carnes, verduras, lácticos, pescados, etc) en zonas distintas del  frigorífico, utilizando envases herméticos, para evitar contaminaciones cruzadas entre distintos alimentos.
   
• Atención a las sobras de alimentos: evitar almacenarlas durante mucho tiempo para que no se deterioren y puedan contaminar otros alimentos. 
   
• Mantener el frigorífico ordenado para evitar que los alimentos caduquen o se estropeen y se conviertan en un riesgo.

Controlar la temperatura

Mantener las temperaturas adecuadas en el interior del frigorífico es imprescindible para evitar la proliferación de microorganismos nocivos y también para mantener la calidad de los alimentos durante más tiempo. 

La temperatura ideal para almacenar alimentos en el refrigerador se encuentra entre 0 °C y 4 °C. Una temperatura inferior a 4 °C puede ralentizar significativamente el crecimiento de microorganismos como Listeria monocytogenes y detener el crecimiento de la mayoría de los gérmenes patógenos, como Salmonella enterica.

La Agència Catalana de Seguretat Alimentària (ACSA) recomienda que los alimentos a punto para ser consumidos, que se conserven refrigerados más de un día, se mantengan a 4 ºC como máximo. Esta temperatura permite también conservar los alimentos por procesar, con la excepción de las vísceras (3 ºC) y la carne picada (2 ºC).

La temperatura del refrigerador debe revisarse periódicamente. Para mantenerla dentro del rango adecuado y evitar la rotura de la cadena del frío, es importante:

• Mantener las puertas del refrigerador cerradas siempre que no sea necesario acceder a su interior.
   
• Mantener las juntas de goma de las puertas limpias y en buen estado
   
• No llenar el refrigerador en exceso, es necesario que el aire frio pueda circular alrededor de los alimentos para poder mantener su temperatura en niveles seguros.
   
• No guardar en el refrigerador alimentos que estén calientes, ya aumenta la temperatura en el refrigerador y esto podría afectar a otros productos. Sin embargo, se recomienda no esperar más de 2 horas antes de refrigerarlos, dado que algunos alimentos pueden contener esporas después de la cocción, que pueden germinar y producir toxinas a temperatura ambiente.