El agua potable turbia, aunque esté dentro de los límites permitidos, se ha relacionado con un aumento de los casos de enfermedades gastrointestinales agudas. Este es el resultado de un trabajo publicado por la Universidad Drexel de EEUU, que analiza una serie de estudios realizados en ciudades de Norteamérica y Europa, con el objetivo de tener más información sobre si la turbidez del agua podría ser un buen indicador de riesgo de patógenos en el suministro del agua potable.

La turbidez del agua potable se asocia a un aumento de enfermedades gastrointestinales

La turbidez o falta de transparencia del agua potable ¿puede ser un buen indicador de riesgo de presencia de patógenos?.

Para aclarar esta cuestión, investigadores de la Universidad Drexel de Philadelphia (EEUU) han hecho una revisión de 14 estudios relacionados con este tema, realizados en ciudades de Norteamérica y Europa. 

Estos estudios analizados fueron diseñados para evaluar los riesgos de contaminación de las fuentes de agua (generalmente los ríos en las ciudades estudiadas) antes de que el agua entre en los sistemas de distribución de agua potable. La estrategia básica de dichos estudios fué correlacionar, día a día, los niveles de turbidez del agua con el número de personas que presentaban enfermedades gastrointestinales agudas.

Al revisar toda esta información, se hallaron asociaciones entre la incidencia de las gastroenteritis agudas y la turbidez del agua en más de 10 estudios, aunque no siempre en caso de mayor turbidez. Aunque no hay una explicación clara para los patrones de las asociaciones, los resultados sugieren que la exposición al agua potable causó un número bajo, pero detectable, de casos de gastroenteritis aguda en las regiones y los períodos de tiempo estudiados.

Las enfermedades gastrointestinales agudas causadas por patógenos asociados al agua, como los norovirus, Giardia o  Cryptosporidium, presentan síntomas como diarrea y vómitos, y tienen una incidencia alta; sólo en EEUU se estiman entre 12 y 16 millones anualmente.  

Dado que la turbidez del agua es causada por material flotante, se piensa que las partículas no disueltas en el agua podrían aportar protección a los patógenos frente a los tratamientos de desinfección. Además, la turbidez puede ser evidencia de desprendimientos en las fuentes de agua, que podrían contener no sólo sedimentos sino también patógenos.

Sorprendentemente, la asociación entre la turbidez del agua y las gastroenteritis se estableció en determinadas ocasiones en niveles muy bajos de turbidez, incluso por debajo de los limites reglamentarios establecidos. 

Debido a las diferencias registradas entre los estudios respecto al vínculo entre turbidez del agua y los casos de gastroenteritis aguda, la investigación futura del tema deberia centrarse, según los autores, en las condiciones específicas bajo las cuales la turbidez conduce a la gastroenteritis. 

Por ejemplo, dado un rango similar de turbidez, la asociación a las enfermedades gastrointestinales ¿se restringe a una determinada temporada o a ciertas condiciones climáticas?. Otra cuestión importante sería si la asociación desaparece si se utilizan métodos de tratamiento del agua diferentes, por ejemplo la desinfección UV versus la cloración solamente?

En el caso de hallarse relaciones bajo condiciones específicas, las empresas distribuidoras de agua potable podrían monitorizar mejor sus datos para identificar períodos de vulnerabilidad por contaminación.

Fuente: Universidad Drexel

Articulo original: Review of Epidemiological Studies of Drinking-Water Turbidity in Relation to Acute Gastrointestinal Illness