Los limpiadores probióticos están basados en una mezcla de bacterias capaces de digerir una amplia gama de desechos orgánicos. Al no ser tóxicos y tener una actividad eficaz prolongada en el tiempo, se consideran muy adecuados para la limpieza y desodorización de zonas clave para la higiene en la industria alimentaria, como los receptáculos y el entorno donde se acumulan desechos, los suelos o las zonas cercanas a desagües.
Limpiadores probióticos
El uso de productos de limpieza probióticos, a base de bacterias del género Bacillus, es una opción emergente en la industria alimentaria. Los limpiadores probióticos no son completamente nuevos, ya que espectros similares de bacterias se han utilizado durante años en productos espumantes para drenajes, aditivos para el agua de fregar o productos para la higiene de sumideros.
Sin embargo, los avances en las formulaciones y la calidad de los productos para usos específicos han dado lugar a innovaciones en los modos de aplicación y en las características espumantes de los productos, para los que se pronostica un papel importante, sobretodo en la limpieza de industrias alimentarias y otros centros de trabajo donde las condiciones de higiene sean extremas, como hospitales.
¿Cómo funcionan?
La actividad de estos agentes de limpieza se basa en la acción de bacterias Bacillus seleccionadas, que favorecen la limpieza e higienización. Estos limpiadores, normalmente, contienen en su fórmula una mezcla de bacterias capaces de "digerir" una amplia gama de materiales orgánicos, incluidas las grasas, carbohidratos, celulosa, proteínas o fosfatos
La aplicación de estas bacterias beneficiosas, obtenidas por fermentación, aporta la ventaja de que continuamente producen enzimas específicas para descomponer las suciedades. La energía creada a través de este proceso permite que las bacterias sigan creciendo y reproduciéndose, y colonicen la zona de aplicación, de modo que los limpiadores probióticos siguen eliminando el sustrato de suciedad mucho tiempo después de su aplicación. Es por esto, que se les atribuye una eficacia de limpieza a largo plazo.
¿Dónde utilizarlos?
Los limpiadores a base de probióticos se consideran no tóxicos, seguros y efectivos para uso en interiores y exteriores. Sin embargo, hay que tener presente que están diseñados principalmente para eliminar los restos de material orgánico en superficies que no entran en contacto con los alimentos, y no para equipos de procesamiento de alimentos o superficies de contacto con estos. Las superficies que entran en contacto con los alimentos deben lavarse, enjuagarse y desinfectarse según sea necesario y con productos autorizados para ello.
Donde los productos probióticos si pueden ser de gran ayuda es en el tratamiento y mantenimiento de puntos "dificiles" con acumulación de restos de materia orgánica, que provocan malos olores y pueden atraer plagas, como moscas, roedores o cucarachas. Por ejemplo, los contenedores de la basura, las zonas de desagües o partes del suelo donde pueda acumularse suciedad orgánica.
Como una herramienta más dentro de un programa de Control Integrado de Plagas, los limpiadores probióticos tienen gran potencial para ayudar a prevenir problemas de plagas, al reducir de manera eficiente y económica los olores atractivos y las fuentes de alimento.
Los limpiadores probióticos espumosos se consideran un método muy eficaz para tratar estos puntos problemáticos, ya que pueden aplicarse rápidamente mediante rociado en áreas relativamente grandes, en interiores o exteriores. Las aplicaciones se pueden realizar con diferentes equipos de rociado: aplicadores manuales, limpieza a presión o rociadores de mochila. Las soluciones líquidas en aerosol hacen espuma al impactar, con el objetivo de proporcionar un tiempo de inmersión más prolongado en los materiales orgánicos y permitir la colonización de las bacterias beneficiosas. También se les atribuye un olor agradable, que hace que las áreas donde se acumulen desechos orgánicos y tengan tendencia a las malas olores sean más agradables para el personal.
Fuente: https://indfumco.com/