El Plan contra plagas es uno de los prerrequisitos necesarios para implementar con éxito un sistema APPCC en cualquier establecimiento alimentario, ya que insectos, roedores y otros animales pueden contaminar o deteriorar los alimentos. ¿Qué aspectos son importantes para desarrollar un plan contra plagas para prevenir y controlar infestaciones que puedan comprometer la seguridad alimentaria.?

Plan contra plagas y APPCC

El control de plagas forma parte del Programa de Prerrequisitos destinados a crear un entorno higiénico apropiado, que permita instaurar con éxito el sistema de autocontrol para la inocuidad alimentaria APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico).  La presencia de plagas como insectos, roedores o aves en los entornos de producción o manipulación de alimentos puede ser causa de contaminación microbiológica y del deterioro de los productos. 

Al ser entornos especialmente sensibles, en los establecimientos alimentarios se recomienda atacar este problema mediante el control integrado de plagas, utilizando principalmente medidas preventivas y minimizando el máximo posible la aplicación de productos biocidas.

La limpieza, el orden y eliminar puntos de acceso para las plagas son principios básicos obvios para evitar infestaciones, pero ¿cómo debería estructurarse un Plan contra plagas que nos permita mantener de forma sistemática las instalaciones libres de animales indeseados?

Conocer la situación inicial 

Para poder elaborar el Plan contra plagas, lo primero será conocer cuales son las características del establecimiento y de su entorno que pueden propiciar infestaciones. ¿Qué tipo de plaga puede llegar a convertirse en un problema? ¿Por dónde podria acceder? ¿En que lugar de la instalación buscará refugio?

Por ejemplo, la presencia de solares abandonados o descampados junto a las instalaciones puede facilitar la presencia de roedores, mientras que establecimientos ubicados en plantas bajas dentro de centros urbanos pueden fácilmente tener problemas con las cucarachas. Las características estructurales del establecimiento pueden también influir en la aparición de plagas, si existen puntos débiles, como grietas, ventanas sin mosquiteras, sistemas simples de drenaje, o puertas sin cortinas plásticas.

Otros aspectos importantes son las características de la actividad alimentaria y si los productos que se manejan son un alimento para insectos o roedores, asi como determinar si existe ya una infestación activa y cuales son sus características.

Con toda esta información es posible realizar un diagnóstico de la situación, que debe revisarse periodicamente, que permite identificar los posibles problemas, establecer un programa de actividades y priorizar las medidas de control de forma racional.

Actividades del Plan contra plagas

Las actividades de este Plan son realizadas generalmente por empresas de servicios biocidas especializadas, que diseñan el plan, realizan las actividades y los controles en el establecimiento (diagnóstico de situación, control y erradicación).

Sin embargo, es necesaria la participación de personal de la propia empresa para llevar a cabo actividades preventivas, como unas buenas prácticas de almacenamiento o los controles en la recepción de materias primas, y también actividades de control y supervisión del buen funcionamiento del Plan.

Asi que será importante definir quién es responsable/s del Plan contra plagas, de las diversas actividades del Plan y de los controles sobre el mismo.

Las actividades preventivas, que se realizan de forma programada, deben incluir medidas para: evitar focos de plagas en el exterior del establecimiento, controlar su acceso al establecimiento e impedir la existencia de zonas en las que puedan establecerse y proliferar, lo que incluye actividades de saneamiento y de mantenimiento.

Si a pesar de las medidas de prevención se produce una infestación, deberan realizarse inmediatamente los tratamientos mecánicos, biológicos o químicos

Aplicación de biocidas

La aplicación de biocidas siempre debe justificarse y los tratamientos deberán ser específicos para cada caso.

Todos los productos biocidas aplicados deberan ser aptos para este fin y estarán inscritos en el Registro Oficial de Biocidas. Los biocidas autorizados para uso dentro de un establecimiento alimentario tienen incluidas las siglas HA en su número de registro. 

Los productos biocidas clasificados como de uso profesional y especializado tienen que ser aplicados por personal capacitado de acuerdo con la legislación, y las empresas de servicios biocidas contratadas deben estar inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB)

Control y registro de las actividades

Tan importante como establecer un programa de actividades es controlar su efectividad para evitar la presencia de plagas que puedan comprometer la seguridad alimentaria.

Asi, es importante controlar que: las medidas preventivas y de eliminación se realizan de acuerdo a lo previsto, que no existe contaminación o deterioro de los alimentos debido a plagas y que, en caso de incidencias, se aplican las medidas correctoras adecuadas. 

Esencial es también registrar toda esta actividad relacionada con el Plan contra plagas para acreditar que la presencia de plagas está bajo control, que las actividades realizadas son efectivas y que las medidas correctoras eliminan correctamente las incidencias y previenen su recurrencia.

Es importante disponer también de la documentación técnica descriptiva de los equipos a utilizar, los planos o esquema de la situación de las trampas, la ficha técnica de los productos utilizados, el registro de la empresa de servicios biocidas contratada, los partes de trabajo y los certificados de los tratamientos. 

Fuente: Comunidad de Madrid